Las mujeres en el espacio laboral de América Latina

Sólo el 4,2% de las grandes empresas de América Latina cuentan en la actualidad con alguna mujer presidenta o directora general. Las mujeres ocupan apenas el 8% de los puestos en los directorios de las grandes firmas y el 9,5% en los comités y juntas directivas. En pleno siglo XXI, la toma de decisiones en las compañías de la región sigue siendo cosa de hombres. Así surge de un relevamiento entre 72 grandes empresas de la región que llevó adelante la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y que formó parte de su publicación El nuevo paradigma productivo y tecnológico: la necesidad de políticas para la autonomía económica de las mujeres.

De acuerdo con los datos de la CEPAL, las mujeres continúan rezagadas en las grandes empresas de la región. De todos modos, la inclusión de mujeres en las juntas directivas es más habitual en algunos países que en otros. Del relevamiento surge que los países que cuentan con una mayor apertura hacia el género femenino en los puestos directivos son Uruguay, Colombia, México, Perú y Brasil. Del otro lado, Venezuela y Chile son los Estados en los que se constató una menor cantidad de mujeres en sillas ejecutivas.

Según la publicación de la CEPAL, Las mujeres que ocupan cargos de alta dirección aportan nuevas habilidades y creatividad y fomentan el trabajo colaborativo e interdisciplinario indispensable para la innovación.

De acuerdo al Gran Thornton Internacional Business Report, sólo el 24% de los puestos gerenciales en todo el mundo estaba ocupado por mujeres en 2012. El dato mostraba cierto estancamiento, ya que era similar al informe de 2008. América Latina está en línea con esa tendencia: en la región las mujeres tienen a su cargo el 23% de las gerencias de las empresas. En Estados Unidos y en Europa, ocupan el 24 y 25% de los puestos gerenciales, respectivamente.

La desigualdad entre hombres y mujeres no es sólo un tema de acceso, sino también de remuneración. En promedio, las mujeres ganan un 24% menos que los hombres en sus trabajos, de acuerdo a datos que recopiló la Organización de Naciones Unidas en la publicación El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016. Esa inequidad se profundiza en el caso las mujeres con hijos, que ganan un 35% menos que los hombres por igual tarea.

La inclusión de las mujeres en el mundo laboral en un plano de igualdad ganó terreno en las últimas décadas. En 1995, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, los países miembros de la ONU se comprometieron a fomentar la igualdad de género con una serie de políticas, en un documento llamado Plataforma de Acción de Beijing.

El objetivo pasa por compatibilizar la igualdad de oportunidades laborales con la especificidad del género. Por ejemplo, las mujeres ocupan 2,5 veces más de tiempo que los hombres en actividades domésticas y de cuidado que no son remuneradas. En esa línea, la CEPAL hizo una serie de recomendaciones a los países:

- Fomentar una mayor flexibilidad de horarios en los puestos de trabajo.

- Asegurar la reintegración a la vida laboral tras el período de maternidad.

- Estabilizar los procesos de promoción interna para brindar las mismas oportunidades La ONU, la CEPAL y otros organismos hicieron un llamado a los países a actualizar sus legislaciones, de manera tal de permitir una mejor inserción de las mujeres en la vida laboral. En la actualidad, 63 países cumplen con requerimientos mínimos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la licencia por maternidad. Existen, además, 66 países en los que la licencia parental puede ser compartida por ambos padres, lo que alivia la carga doméstica de la mujer trabajadora. En cambio, en 80 países las licencias por paternidad son de uno o dos días, a menudo sin goce de sueldo.

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