A no dudarlo, la colosal maquinaria de ideas del Gobierno se ha desplazado por estas horas a la tierra de la deuda pública. Los renovados saldos de materia gris exudan minutos urdiendo la manera correcta de encarar el pago de u$s 6.500 millones del Boden 2015 para el 3 de octubre próximo, todo un desafío que no regala ilusión si carece de osadía. Transversal y ocurrente, la promesa empeñada por el titular del BCRA Alejandro Vanoli de utilizar todas las reservas en dólares que sean necesarias esconde una segunda idea: que no haga falta hacerlo.

Para ello el Gobierno ha avanzado en las últimas horas en cuestiones tan originales como estrambóticas que le permiten ahorrarse algunos dólares. Y es que el "1 a 1" impuesto por el ex Secretario Guillermo Moreno por el cual hace falta hacer acreditarse una exportación para poder importar por el mismo monto parece haber degenerado en una versión más precaria y mezquina, habida cuenta que para muchas empresas, acreditarse los dólares de una exportación ya no implica necesariamente un permiso del secretario Costa para poder importar. Prueba de ello es la millonaria deuda "flotante" de empresas de más de u$s 6.000 millones (que algunos calculan ya en u$s 10.000 millones) que esperan la autorización del Banco Central para encausar ese saldo, aunque muchas puedan mostrar que el crédito lo tienen. Por eso, en estas horas, las prácticas se han redirigido. El dato es que el dólar que liquida la propia empresa a la hora de exportar es el mismo dólar que se utiliza para importar. En los papeles, una empresa debe ahora esperar a liquidar su exportación para que le autoricen en muchos casos su importación. No importan los plazos: es el dólar vendido en el mercado oficial de cambios lo que cuenta, ya no los documentos que avalan que se hizo la exportación.

De la información dan cuenta numerosas empresas. Y existen dos modalidades: por un lado, cerrado con acciones policíacas el mercado del dólar blue y del dólar "liqui" el que se obtiene a través de la compra y venta de títulos en la Bolsa, comienza a hacer pie una práctica que promete y que ha dado muestras de éxito. Todo aquél empresario necesitado de dólares para pagar su importación que ha logrado sortear con éxito las Declaraciones Juradas Anticipadas (DJAI) tiene hoy una nueva alternativa para conseguir sus dólares comprándole la mercadería de exportación a otra empresa (con destinatario incluido) para acreditarse así esos dólares. De esa manera, es como encarar muchas compañías su necesidad de dólares para poder importar. La otra variante es, en lugar de comprar la mercadería, la empresa importadora realice una exportación "por cuenta y orden de terceros", con lo que el documentante de la exportación (aquél que realiza la documentación, en este caso la empresa que quiere importar) se hace de la propiedad de los documentos, pero rara vez conoce el estado de la mercadería, lo que implica mayores riesgos pero menos movimientos de capital.

La AFIP también trabaja para administrar los recursos escasos, en este caso, los dólares del Gobierno. En pos de dificultar la subfacturación de exportaciones, en las últimas horas acaba de exigirle a los exportadores de servicios que deben emitir factura electrónica "a los fines de respaldar las operaciones de los prestatarios de tales servicios". Mediante la resolución general 3689, la AFIP extendió a partir del 2015, el alcance de la obligatoriedad de emitir factura electrónica a las exportaciones de este tipo. A la vez, mediante otra resolución, acaba de establecer un sistema para que determinados responsables suministren información respecto de las operaciones de venta, compra, exportaciones e importaciones definitivas de bienes y servicios, locaciones y prestaciones efectuadas y recibidas. En los hechos se trata de un "Libro Compras y Libro Ventas digital".

La entrada en vigencia será también 2015. Fuentes cercanas a la AFIP piensan que la brecha cambiaria puede reducir el ingreso de divisas en el país por las vías formales y alentar a los agentes económicos a incurrir en irregularidades en materia de comercio exterior. La subfacturación consiste en declarar exportaciones por un valor menor al real, de ese modo el exportador liquida al cambio oficial sólo el valor declarado y la diferencia la deposita en alguna cuenta en el exterior o la ingresa en el país por fuera del sistema formal.

Creatividad financiera

Tal como ocurría con las advertencias de la diosa Circe sobre lo peligroso que era el canto de las Sirenas para Ulises, la música de los números de las reservas atraviesan los tímpanos de varios funcionarios. Las cuentas que descansan sobre el lomo de varios escritorios hablan de que, al momento de cancelar los u$s 6.500 millones, habrá unos u$s 19.000 millones brutos en las reservas. Claro que si se le descuentan los u$s 7.000 millones que tienen los argentinos en los bancos (y que se cuentan como parte de las reservas) y se le agrega a esa sustracción los u$s 3.000 millones en tenencias de oro (difícil de vender) los D.E.G. por u$S 2.500 millones, las reservas líquidas apenas sobrepasarían los u$s 6.500 millones.

El Boden 2015 es uno de los títulos más negociados de la plaza local. En este sentido es importante destacar que si bien la Anses no tiene una gran tenencia de Boden 2015, sí en cambio acumula ingentes cantidades de Bonar X, otro título denominado en dólares. Precisamente los títulos públicos en dólares pasaron de representar el 10,3% de la cartera del FGS de la Anses en diciembre de 2008 al 43,6% al 15 de mayo de 2014.

De nuevo, la troupe del Palacio de Hacienda no descansa. Hoy barajan dos alternativas para pagar los títulos "sin dólares".

La primera es la venta de bonos por parte de la ANSES. Se estudia por estas horas que la dependencia que conduce Diego Bossio pueda vender en el mercado una gran parte de sus bonos en dólares y comprar con pesos los Boden 2015. Así, a la hora del pago, el Gobierno no tendría que desembolsar todo el monto comprometido.

Si bien se descarta que los esfuerzos del Gobierno también estarán puestos en un potencial canje voluntario de la deuda con aquellos inversores institucionales que no buscan los dólares sino tener una renta en el tiempo, de todas formas existe otra variante que podría tener lugar. Amén de proponer algún roll-over tomando deuda, otra de las ideas que ha prendido es la de instaurar la preferencia de recibir determinados pagos licitación del 4G, por ejemplo que las empresas deben realizar al Estado... en Boden 2015.