

Albert Einstein no sólo es recordado en la actualidad por haber sido un físico brillante, sino también por su amplio legado de reflexiones, que incluyen desde consejos para una vida feliz, hasta profundos análisis sobre religión y espiritualidad.
Una de las más controversiales se encuentra plasmada en la ahora conocida como "Carta a Dios", escrita en 1954 -un año antes de su muerte-, donde el científico expone un fuerte desencanto hacia las ideas religiosas establecidas.
El documento, que está en alemán y consta de una página y media, se ha posicionado como uno de los más debatidos y también codiciados en el mundo de las subastas, donde logró alcanzar precios millonarios.
La carta que Albert Einstein escribió antes de morir y desafía a todas las religiones
"La palabra Dios no es para mí más que la expresión y el producto de las debilidades humanas, la Biblia una colección de leyendas venerables, pero aún bastante primitivas", afirmó el físico en su escrito.
La carta fue dirigida a Eric Gutkind, filósofo alemán, en respuesta a su libro "Elige la vida: el llamado bíblico a la rebelión" y permaneció en el patrimonio de los herederos del autor hasta 2008, cuando por primera vez se puso a la venta.

Además de dejar en claro la idea de Einstein sobre la acción de un Dios, el escrito expresa su desencanto con el judaísmo, pese al orgullo que afirmaba sentir de sus propias raíces.
"Para mí, la religión judía no adulterada es, como todas las demás religiones, una encarnación de la superstición primitiva", afirmó el físico.
Sin embargo, el autor de la famosa biografía Einstein: His Life and Universe, Walter Isaacson, advirtió en declaraciones de prensa que el físico se caracterizaba por no ser inmutable con sus opiniones, por lo que aconsejó no tomar ningún escrito crítico a la religión por sí solo como su pensamiento absoluto.
La carta de Albert Einstein que se convirtió en un tesoro millonario
Si bien la carta contradice claramente las ideas religiosas expresadas en el libro de Gutkind, donde muchas creencias se presentaron como incuestionables, el físico afirmaba que, pese a sus discrepancias, ambos estaban de acuerdo en su "evaluación del comportamiento humano"
"Creo que nos entenderíamos muy bien si conversáramos sobre cosas concretas", afirmó.





