

El bicarbonato de sodio es uno de esos ingredientes que todos tenemos en casa. Sus múltiples usos, ya sea hornear, limpiar y hasta neutralizar olores, lo convierten en uno de los indispensables de la compra mensual.
Sin embargo, en los últimos años comenzó a popularizarse una práctica que consiste en tomar bicarbonato con agua en ayunas como remedio natural para mejorar el rendimiento deportivo, aliviar la acidez y aumentar la energía. Pero ¿qué hay de cierto en estas afirmaciones?
Según un informe de CNN, los beneficios existen, pero los expertos advierten que también hay riesgos importantes que no deben pasarse por alto.
Qué dicen las investigaciones sobre el bicarbonato de sodio
Las investigaciones científicas sobre el consumo de bicarbonato son limitadas y los resultados, dispares.
Uno de los beneficios mayormente respaldados es la mejora en el rendimiento deportivo en ejercicios de alta intensidad y corta duración, ya que ayuda a reducir la acidez muscular que causa fatiga.

De acuerdo con estudios citados por CNN, ingerir bicarbonato una o dos horas antes de actividades como correr, remar o boxear puede aumentar la resistencia durante unos minutos más. Además, también se recomienda para personas con reflujo o acidez debido a que ayuda a neutralizar el exceso de ácido en el estómago.
Riesgos de consumir bicarbonato en ayunas
La contracara de los beneficios de ingerir bicarbonato es que el consumo excesivo de este compuesto sólido puede provocar efectos secundarios como diarrea, náuseas, vómitos, alcalosis metabólica (un exceso de alcalinidad en la sangre), presión arterial elevada o incluso daños al corazón y al cerebro.
Asimismo, el contenido de sodio también es un factor crítico: una sola cucharadita puede aportar más de 1200 miligramos, casi el total recomendado para un adulto en un día.
Por eso, no está aconsejado para personas con hipertensión, problemas cardiovasculares, mujeres embarazadas o niños.
Cómo tomar bicarbonato con agua en ayunas de forma segura
Según los expertos, la dosis segura depende de la condición de cada persona. No obstante, para la indigestión, un ¼ de cucharadita en un vaso de agua es considerado inocuo.

No obstante, lo más importante en todos los casos es no automedicarse. La mejor opción siempre será consultar con un médico antes de incorporar cambios en la rutina. Además, los especialistas subrayan que llevar una alimentación rica en frutas y verduras es una forma más segura y comprobada de mantener el equilibrio ácido-base del organismo.





