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La iniciativa, impulsada por los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Claudia Sheinbaum, busca consolidar una nueva fuerza latinoamericana capaz de negociar de igual a igual con grandes superpotencias como Estados Unidos, China y la Unión Europea.
Brasil y México, las dos economías más grandes de América Latina, han decidido estrechar sus lazos comerciales y estratégicos para potenciar su influencia en el escenario global.
La alianza más poderosa de América Latina
Según datos oficiales, se han establecido más de 120 acuerdos bilaterales activos entre los gobiernos de Brasil y México.
Se anticipa que el año 2026 dará inicio a una fase de unión sectorial más profunda. Esta alianza contempla una mayor integración económica y tecnológica, enfocándose en sectores clave:

Brasil representa cerca del 30% del PBI regional, con una economía diversificada basada en agronegocios, energía y minería. México, por su parte, aporta otro 25% del PBI latinoamericano, con una industria manufacturera altamente integrada al mercado estadounidense a través del T-MEC.
Juntas, concentran más del 55% del PBI total de América Latina y casi el 60% de las exportaciones regionales, lo que les otorga un peso político y económico sin precedentes.
El ascenso conjunto de Brasil y México plantea un desafío para las grandes superpotencias del mundo
- Europa, interesada en el Mercosur y el T-MEC, observa cómo América Latina empieza a jugar su propia partida global.
- Estados Unidos podría ver afectada su influencia en México, su principal socio industrial, si el país se acerca más a Brasil.
- China, principal comprador de materias primas brasileñas, enfrenta ahora un bloque más coordinado que podría negociar en mejores términos.



