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El Almirante Nakhimov, uno de los cruceros más emblemáticos de la Armada Rusa, ha dado un paso significativo hacia su regreso a la flota tras más de 20 años fuera de servicio.
Durante una reciente conferencia de prensa, el CEO de la compañía rusa JSC PO Sevmash, Mikhail A. Budnichenko, anunció la exitosa culminación de las primeras pruebas de fábrica en el mar del crucero, marcando un avance crucial en su proceso de modernización.
Este evento no solo resalta el esfuerzo técnico y logístico involucrado, sino que también subraya la importancia estratégica de este buque para la defensa de Rusia.
El regreso del Almirante Nakhimov a la flota rusa
El Almirante Nakhimov, que formaba parte de los cruceros de la clase Kirov, fue incorporado en 1988 a la Marina Soviética. Desde entonces, ha experimentado diversos períodos de inactividad y modernización, y tras más de dos décadas sin operar, finalmente está dando señales de vida.

Según las declaraciones de Budnichenko, este logro representa solo la primera etapa de un largo proceso:
“Hemos completado de forma exitosa la primera etapa de pruebas en el mar del crucero Proyecto 11442M Almirante Nakhimov, y continuamos avanzando con las pruebas necesarias.”
Actualmente, el Almirante Nakhimov se encuentra en su tercer ensayo de mar, con el regreso previsto a la base de Severodvinsk para finales de diciembre de este año. Este hito marca un avance después de años de retrasos y obstáculos que llevaron a la Armada Rusa a suspender su operación desde 1997, antes de que se reanudaran los trabajos de modernización en 2014.
Rusia atraviesa un proceso de modernización lleno de obstáculos
El proceso de modernización del Almirante Nakhimov ha sido largo y complicado. Tras ser retirado en 1997 para su modernización, el crucero pasó más de 17 años sin avances significativos. Fue en 2014 cuando se dio inicio formalmente al proceso de actualización en el astillero Sevmash. Sin embargo, este largo período de espera se vio marcado por problemas técnicos y dificultades financieras que retrasaron considerablemente su regreso a la flota activa.
Este tipo de procesos de modernización en la Armada Rusa no son infrecuentes, ya que otros cruceros de la clase Kirov, como el Almirante Ushakov y el Almirante Lazarev, ya se encuentran fuera de servicio, algunos esperando su desguace debido a los elevados costos de mantenimiento y modernización. El Almirante Nakhimov, al ser el último de su clase, representa una joya estratégica para Rusia.
Capacidades mejoradas: armamento y defensa avanzada
Una de las principales razones detrás de la modernización del Almirante Nakhimov es aumentar significativamente su capacidad de combate. El objetivo es convertirlo en uno de los cruceros más poderosos del mundo. Durante las reformas, se ha optado por un sistema de lanzamiento vertical con un total de 174 tubos para misiles, superando así a sus rivales occidentales y chinos. Por ejemplo, el crucero Ticonderoga de la Armada de los Estados Unidos tiene solo 122 tubos, mientras que el Tipo 55 de China dispone de 112.
Este incremento en los tubos de lanzamiento se complementa con una impresionante gama de sistemas de defensa antiaérea. El Almirante Nakhimov ahora cuenta con el sistema Fort-M y Pantsyr-M, diseñados para contrarrestar amenazas aéreas modernas, incluyendo drones y misiles de precisión. Además, los cañones principales de la nave, anteriormente modelos AK-130, han sido reemplazados por los más modernos AK-192M, con un calibre de 130 mm.
La importancia estratégica del Almirante Nakhimov para Rusia
Este crucero no solo es un avance en términos de capacidad bélica, sino que también tiene una importancia estratégica para la Armada Rusa. Al ser el único buque de la clase Kirov en condiciones de volver a entrar en servicio, el Almirante Nakhimov representa una parte crucial de la flota de combate nuclear de Rusia. Su regreso a la flota activa no solo fortalece la presencia de Rusia en aguas internacionales, sino que también refuerza su capacidad disuasoria frente a otras potencias navales.
Con la modernización, se espera que el Almirante Nakhimov juegue un papel esencial en las operaciones militares rusas, contribuyendo a la defensa nacional y a la proyección de poder en el Ártico, el Mar Negro y otras regiones clave.




