

Cada plato que servimos no solo nutre el cuerpo, también refleja cultura, hábitos y hasta tradiciones familiares. Pero un nuevo hallazgo científico va más allá: demuestra que una alimentación sostenible puede extender la vida y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, analizó los efectos de seguir las guías nutricionales nórdicas publicadas en 2023. A diferencia de otros planes alimenticios, estas recomendaciones fueron diseñadas con un doble propósito: mejorar la salud y combatir el cambio climático.
Qué propone la dieta nórdica sostenible
El plan es claro: menos carne roja y azúcares añadidos, más cereales integrales, legumbres, pescado y lácteos bajos en grasa. La idea no es imponer restricciones estrictas, sino lograr un equilibrio que favorezca tanto al organismo como al planeta.

Los beneficios de la dieta nórdica
La investigación, publicada en el Journal of Nutrition, se apoyó en datos de más de 76.000 personas en Suecia seguidas desde 1997. Los resultados fueron contundentes:
Seguir de cerca la dieta nórdica reduce en un 23% el riesgo de muerte prematura.
También disminuye la mortalidad asociada a cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Los beneficios se mantienen incluso al considerar factores como el nivel educativo, los ingresos o la actividad física.
"Entre los hombres y mujeres de mediana edad que adoptaron estas pautas, observamos una caída significativa en la mortalidad general", explicó la profesora asociada Christina Dahm, autora principal del estudio.
Cuida el organismo pero también el planeta
Los expertos resaltan que esta no es solo una medida individual, sino también un modelo para políticas públicas. Al estar diseñada con criterios de sostenibilidad, la dieta nórdica contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que representan casi el 30% de la contaminación mundial.
Esto convierte al plan en un ejemplo que otros países podrían replicar, logrando beneficios en dos frentes: salud y medioambiente.
Un plan alimenticio que podría prevenir enfermedades severas
Los investigadores planean seguir evaluando si esta alimentación también previene la obesidad, la diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas. Por ahora, los datos confirman que se trata de una opción segura, saludable y amigable con el planeta.







