En esta noticia

Las algas marinas, consideradas un alimento ancestral, resurgieron en las tendencias culinarias gracias a su perfil como "superalimento".

Estas verduras marinas, consumidas por nuestros antepasados, ofrecen múltiples beneficios nutricionales que las convierten en un ingrediente esencial para una dieta equilibrada.

Algas marinas: cuáles se pueden consumir

Las algas marinas, clasificadas como verduras de origen acuático, prosperan en aguas dulces y saladas. Además de su relevancia en la fotosíntesis global y la mitigación del cambio climático, estas plantas sumergidas son un recurso nutricional único.

Entre las variedades comestibles más populares se encuentran:

  • Algas pardas: Kombu, fucus.
  • Algas rojas: Nori, dulces, carragenina.
  • Algas verdes: Uvas de mar, lechuga de mar, chlorella.

Los beneficios de las algas para la salud

Según el experto en nutrición Kenneth Prange, las algas marinas aportan numerosos nutrientes esenciales, incluyendo:

  • Minerales: alto contenido de calcio, hasta diez veces más que la leche, y ricas en yodo, potasio, hierro y magnesio.
  • Fibras dietéticas: los polisacáridos presentes actúan como prebióticos, promoviendo la salud intestinal.
  • Propiedades antioxidantes: contienen polifenoles, carotenoides y omega-3, que ayudan a prevenir enfermedades.
  • Capacidad quelante: eliminan toxinas y metales pesados del organismo.
  • Regulación metabólica: estabilizan los niveles de azúcar en sangre y favorecen el funcionamiento del sistema linfático.

Formas de consumir algas marinas

Las algas marinas son versátiles y se pueden incorporar de diferentes maneras:

  1. En recetas tradicionales: sopas, ensaladas, acompañamientos o snacks crujientes.
  2. En forma de polvo: espirulina o chlorella en batidos verdes.
  3. Hidratadas: remojarlas para usarlas en caldos o como guarnición.

Consejo: las algas deshidratadas deben remojarse en pequeñas cantidades, ya que pueden expandirse hasta diez veces su tamaño original.