Fuente: Freepik
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La Gran Pirámide de Guiza, reconocida como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, continúa despertando el interés de científicos y exploradores debido a nuevos hallazgos que evidencian su complejidad arquitectónica.
Este monumento emblemático ha sido objeto de estudio durante siglos y su estructura sigue revelando secretos que desafían nuestra comprensión de las técnicas constructivas de la época.
Un reciente estudio liderado por el matemático Akio Kato, publicado en Archaeological Discovery, ha confirmado que las caras de esta pirámide no son planas, sino que presentan una ligera concavidad, lo que le confiere una forma octogonal. Este descubrimiento plantea interrogantes sobre las técnicas de construcción empleadas y la intencionalidad detrás del diseño, sugiriendo un nivel de sofisticación que podría haber sido subestimado en estudios anteriores.
El hallazgo que cambia la historia de Egipto y las pirámides
Desde el 2023, el egiptólogo Kato ha revelado que las caras de la pirámide presentan una leve inclinación hacia adentro, lo que da lugar a una geometría octogonal única. Este hallazgo se basa en observaciones previas realizadas por el egiptólogo Flinders Petrie en la década de 1920, quien, a través de fotografías aéreas, notó líneas huecas en el centro de las caras, sugiriendo una posible curvatura en su estructura.
- Características destacadas:
- Las fechas de su construcción rondan el 2500 a. C. y su diseño incluye capas inclinadas en lugar de horizontales, lo que proporciona mayor resistencia frente a fuerzas naturales como terremotos.
- El diseño cóncavo mejora la estabilidad estructural, un logro que desafía las capacidades técnicas conocidas de los antiguos egipcios.
¿Existe un patrón recurrente en las pirámides de Guiza?
Las investigaciones recientes sugieren que no solo la Gran Pirámide presenta esta particularidad. Las pirámides de Kefrén y Micerino también podrían poseer geometrías similares, las cuales son invisibles a simple vista hasta la llegada de tecnologías avanzadas.
Este hallazgo abre un debate sobre si estos diseños fueron el resultado de una planificación intencionada o si se trató de coincidencias derivadas del método constructivo.
Investigaciones recientes lideradas por Hader Sheisha, geógrafo físico de la Universidad de Aix-Marseille, han revelado que los canales construidos facilitaban el acceso de las barcazas al área de construcción, lo que optimizaba significativamente el proceso de transporte.
A pesar de los avances tecnológicos, la construcción de la Gran Pirámide y el significado de su diseño octogonal continúan siendo enigmas. Este monumento no solo representa un símbolo de la civilización egipcia, sino que también evidencia la capacidad humana para trascender las limitaciones de su época.
Con cada nuevo descubrimiento, la Gran Pirámide de Guiza reafirma su estatus como una maravilla arquitectónica y un objeto de estudio inagotable para arqueólogos, ingenieros y matemáticos a nivel global.
