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Un equipo internacional de científicos acaba de identificar uno de los hallazgos más prometedores para la exploración humana del espacio: una zona en Marte con hielo de agua justo debajo de la superficie, ideal para abastecer a las futuras misiones tripuladas.
El descubrimiento, liderado por la geóloga Erica Luzzi de la Universidad de Mississippi, señala a Amazonis Planitia como una de las regiones más estratégicas para establecer una base en el Planeta Rojo.
Esta vasta llanura volcánica, ubicada entre el ecuador y los polos marcianos, ofrece una rara combinación: temperaturas tolerables, buena exposición solar y agua al alcance de una pala.
Amazonis Planitia: un oasis en Marte
Utilizando imágenes de alta resolución del orbitador Mars Reconnaissance Orbiter, el equipo detectó señales inequívocas de hielo enterrado: cráteres con bordes brillantes, patrones de fractura en forma de polígonos y ondulaciones en la superficie similares a las del permafrost terrestre. En conjunto, estas texturas sugieren que, bajo apenas un metro de suelo marciano, se ocultan depósitos congelados de agua.

Este hallazgo no es menor. Una misión a Marte de 500 días con cuatro astronautas requeriría más de 20 toneladas de agua, cantidad que sería inviable transportar desde la Tierra por su altísimo costo.
La importancia del hielo en Marte para la supervivencia humana
El hielo de agua en Marte no solo serviría para beber o cultivar alimentos, sino también para generar oxígeno respirable y producir combustible para cohetes mediante electrólisis, lo que permitiría planificar el regreso a casa sin depender de reabastecimientos desde la Tierra.
"Si queremos enviar humanos a Marte, necesitamos recursos locales, y el más importante de todos es el agua", destacó Luzzi.
Además, en las regiones polares de Marte el hielo es abundante, pero las temperaturas son extremas y la luz solar escasa, lo que complica la instalación de bases. Amazonis Planitia representa, según los expertos, un punto de equilibrio perfecto entre energía solar disponible y presencia de agua.
El próximo gran paso de la exploración espacial
Para confirmar la extensión y profundidad de estos depósitos, los científicos planean utilizar radares orbitales como SHARAD y el futuro Mars Ice Mapper, en conjunto con análisis de campo que permitan identificar el espesor del suelo que recubre el hielo.
Una futura misión robótica equipada con taladros y espectrómetros podría ser la encargada de validar esta hipótesis, antes de que una tripulación humana aterrice en la zona.
¿Es el hielo también una pista de vida pasada?
Más allá de la utilidad técnica, el hallazgo tiene implicaciones astrobiológicas. El hielo puede conservar moléculas orgánicas o gases atrapados durante millones de años, ofreciendo una ventana única para estudiar si Marte alguna vez albergó vida.
"En la Tierra, el hielo preserva biomarcadores. En Marte podría ocurrir lo mismo", explicó Luzzi. Si se confirma la presencia de microorganismos antiguos o rastros biológicos, se abriría una nueva era en la exploración del sistema solar.





