Cicaré, la empresa familiar nacida en la localidad bonaerense de Saladillo que produce helicópteros ultralivianos, aterrizará en los Estados Unidos con un nuevo distribuidor oficial. Hace poco más de un mes, la pyme argentina consiguió en Alemania la primera certificación para un helicóptero ultraliviano del mundo.
La nueva tienda tendrá lugar en Reno, en el Estado de Nevada. Ahora, ofrecerá ventas, apoyo y servicios a propietarios y compradores de helicópteros Cicaré en América del norte y central. Los modelos que estarán a la venta serán los helicópteros Cicaré 8 y Cicaré 7T (de dos puestos), el Cicaré 7B y 7BT (de una sola plaza) y el Cicaré Trainer. Todos, compuestos por motores de aviones Rotax.
La pyme, especializada en el desarrollo y la fabricación de aeronaves livianas, fue fundada en 1972 por el empresario aeronáutico Augusto Cicaré, a quien Mauricio Macri calificó como uno de los emblemas del espíritu empresarial.Hoy, la empresa exporta sus productos a 26 países de los cinco continentes. De hecho, coloca el 80% de su producción en el mercado externo. Desde 2020 hasta la actualidad, comercializó más de 120 aeronaves.

"Nuestra meta es consolidarnos a nivel mundial con el Cicaré 8, continuar con un producto único, que es nuestro entrenador de vuelo, y también apostamos a seguir con la impronta que tenía mi papá de seguir innovando", explicó Juan Manuel Cicaré, presidente de la firma.
La relación entre la principal productora de helicópteros ultralivianos de América latina y Macri comenzó cuando, en 2015, el entonces Jefe de Gobierno porteño visitó la fábrica de Cicaré en Saladillo. En ese momento -aún no había asumido como Presidente-, se comprometió a otorgarle una línea de financiación de exportaciones del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para ampliar la capacidad de producción de la planta. Ese crédito llegó en 2017.
De Saladillo al mundo
Hace poco más de un mes, y con el apoyo técnico del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la pyme saladillense logró realizar un ensayo clave en su modelo insignia, lo que le permitió convertirse en la primera aeronave de su categoría en obtener la habilitación completa que otorga la Asociación Alemana de Vuelo Ultraligero. Con este certificado, los helicópteros -que, anteriormente, se podían utilizar únicamente de forma privada- podrán usarse con motivos comerciales y trasladar pasajeros.
Su principal mercado es el asiático, seguido por el europeo y el estadounidense. En 2022 el mercado oriental se llevó un 40% de su producción. Europa, un 30%. Los Estados Unidos, un 15% y el restante 15% fue para Oceanía y América del Sur. Cicaré tiene, además, distribuidores de venta y servicio técnico con base en Taiwán, China, Alemania, Chile y Perú.
Su fábrica tiene capacidad para producir de 10 a 12 aeronaves promedio por año. Allí, se fabrican muchas de las partes de ensamble que, antes, debía importar. En la actualidad, sólo importa los materiales y el motor de los helicópteros, que tardan de 12 a 15 meses en terminarse y salir al mercado.

Cicaré ofrece cinco modelos de helicópteros ultralivianos y, a su vez, cuenta con un simulador que permite realizar todas las maniobras de vuelo estacionario y de translación hasta un metro de altura sin perder contacto con el piso.
Según comentó el presidente de la firma, a nivel local, sus principales compradores son los productores agropecuarios, las Fuerzas Armadas, la Policía Federal, así como también diferentes escuelas de pilotos privadas.
En el plano internacional, estos helicópteros se utilizan -además del uso privado- para el arreo de animales en los campos ganaderos.
A pesar de que depende de cada modelo y las características que se deseen, el valor de una unidad, por ejemplo, puede alcanzar los u$s 200.000, aunque hay modelos más económicos.
Una pyme con historia
Antes de armar su propia empresa aeronáutica, y diseñar más de 10 modelos de helicópteros ultralivianos, Augusto "Princho" Cicaré, conocido como el "genio de los helicópteros" -falleció en enero de 2022-, trabajó en la industria automotriz.
Diseñó y construyó para Juan Manuel Fangio, un motor de cuatro cilindros en V de cuatro tiempos para instalar en los automóviles movidos por vapor de la marca alemana Dampf-Kraft-Wagen. Además, contribuyó en el desarrollo de los motores de General Motors, Ford y Chevrolet.
A su vez, firmó con la Fuerza Aérea Argentina un convenio para desarrollar un helicóptero de uso agrícola, al que llamó Cicaré CH-5. En 1996 recibió, de manos del entonces presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem, un reconocimiento como Amigo de la Fuerza Aérea Argentina.



