Esteban Nofal, el nuevo controlante de Celulosa, recibió un primer revés desde que, el mes pasado, compró con la mayoría accionaria de la mayor papelera de la Argentina a cambio de u$s 1.
La compañía, que está en concurso preventivo por una deuda de u$s 128 millones, informó que la Comisión Nacional de Valores (CNV) decidió que Nofal deberá hacer una oferta pública de adquisición (OPA) a los accionistas minoritarios. Cuando cerró la compra a los anteriores dueños -el estadounidense Douglas Albrecht y los argentinos José Urtubey y Juan Collado, además de otra sociedad que ellos tres controlaban, Tapebicua Cayman Limited-, Nofal había pedido quedar eximido de esa obligación, debido a la severa crisis financiera de la empresa.
En aquella solicitud, Nofal precisó que el precio promedio de las acciones clase B de Celulosa durante el último semestre había sido de $ 282,1 por cada 100 acciones. Él, en tanto, había adquirido el 45,5% del capital social y de los votos de la empresa por sólo u$s 1.
Ahora, Celulosa notificó al público inversor que la CNV resolvió "no hacer lugar a lo solicitado por el oferente", es decir, Nofal, "respecto a que se declare la innecesaridad de la OPA".
"En tal sentido, como consecuencia el cambio de control operado en la sociedad, el oferente se encuentra obligado a lanzar una OPA por la totalidad de las acciones emitidas y en circulación", para cumplir con norma de la CNV y el artículo 87 de la Ley de Mercado de Capitales.
Pero el organismo que preside Roberto Silva eximió a Nofal de "considerar el precio promedio de las acciones de la sociedad durante el semestre inmediato anterior a la toma de control, a los efectos de la determinación del precio equitativo".
En ese sentido, según la Ley de Mercado de Capitales, deberá tomarse en cuenta el precio más elevado que el oferente hubiera pagado por las acciones durante los 12 meses previos a la fecha de toma de control. Celulosa anticipó que esa cifra será informada "una vez finalizado el informe de una evaluadora independiente".
Este jueves, la acción de Celulosa, que cotiza en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cayó 2,46%, a $ 277 por cada 100 títulos. El índice líder del recinto, el S&P Merval, cerró con una suba del 5,8 por ciento.
La crisis de Celulosa comenzó en abril, luego de que contrató a VALO Columbus como asesor para encarar un proceso de reestructuración de su deuda financiera. En esos días, la agencia calificadora Fix había bajado su nota ante la perspectiva de crecientes dificultades para afrontar sus compromisos, tanto de corto como de largo plazo, debido al descalce sufrido entre aumento de costos y pérdida de facturación por caída de actividad.
El 5 de septiembre, finalizada la feria judicial de invierno, la empresa terminó presentándose en concurso preventivo. La Justicia concedió su apertura 20 días después. En el medio, habían ocurrido dos acontecimientos. Por un lado, la aparición de Nofal como comprador de las acciones que directa e indirectamente tenían Albrecht, Urtubey y Collado. Por otro, pocos días antes, el pedido que había hecho Juan Nápoli a la CNV, para que se investigue una, a su consideración, "sospechosa" venta de acciones de la empresa.
Nápoli es nada menos que el titular de VALO, el banco dueño de la consultora (Columbus) que Celulosa había contratado para elaborar una propuesta de reestructuración.
El pedido de investigación de Nápoli, banquero partidario de Javier Milei y las ideas de la Libertad, rozó el tono de una denuncia pública: través de su cuenta de X, descargó munición pesada sobre Urtubey, ex vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y hermano de Juan Manuel, ex gobernador de Salta y actual candidato a senador nacional por Fuerza Patria. Lo calificó de "kirchnerista", como si esa condición fuera, en sí misma, sinónimo de afinidad por lo ajeno, y lo acusó de haber tenido un modus operandi opaco con el manejo de la empresa.
En esos días, Celulosa informó una pérdida de $ 133.303 millones en su último balance anual, cerrado en mayo, y puso dudas sobre su propia continuidad. "Los cambios que ha instrumentado el Gobierno Nacional en materia fiscal, monetaria y cambiaria plantean desafíos que nos resultan aún difíciles de superar", explicó, tras una caída del 44% en su facturación: $ 258.637 millones. "La recuperación económica que han exhibido algunos sectores en la economía en los meses recientes no se ha percibido en el sector donde operamos", agregó.



