En esta noticia
La histórica refinería de Shell en Dock Sud, la más antigua del país, estaría a punto de ser vendida. Raízen, licenciataria de la operación de downstream de la angloholandesa, analiza dos ofertas para deshacerse de la planta, según informó el diario O Estado de São Paulo. Las negociaciones se producen en momentos en que Cosan, uno de los accionistas de Raízen junto con la propia Shell, se encuentra presionado por los inversores a raíz de su alto nivel de deuda.
El medio brasileño indicó que dos compañías mostraron interés en la refinería. Por un lado, Trafigura, dueña de las estaciones de servicio Puma en el país, y por el otro, la compañía anglosuiza Glencore, que ya está presente en la Argentina con sus unidades de agronegocios y minería. Además, el Estadão señaló que el banco de inversión brasileño BTG Pactual ya recibió el mandato para llevar a cabo la venta.
La planta de Dock Sud no sería el único activo del que se desprendería Cosan. La empresa analiza vender ingenios azucareros y plantas de elaboración e alcohol, que forman parte del core de su negocio. Por estas desinversiones, la compañía espera recaudar unos u$s 1200 millones. A estos se le sumarían unos u$s 1400 millones por los activos de Raízen en la Argentina. Con ello, lograría sanear sus cuentas, indicaron analistas citados por el medio brasileño.
Además de la refinería, Raízen opera en la Argentina una red de más de mil estaciones de servicio, una planta de lubricantes, tres terminales terrestres, dos bases de carga en aeropuertos y activos de GLP (gas licuado de petróleo). La empresa había adquirido el negocio de Shell en el país en 2018. En aquel momento, la refinería estaba valuada en u$s 1000 millones.
La salida del país de Raízen se produciría pese a que el presidente del Consejo de Administración de Cosa, Rubens Ometto, dijo ayer en declaraciones públicas que el presidente brasileño, Lula da Silva, debería aprender de Milei. Las quejas del empresario estaban relacionadas con el proyecto de incrementar el impuesto sobre las operaciones financieras en el país vecino.
De hecho, la operación de Raízen en el país está bien considerada por la empresa. Sin embargo, la situación financiera de Cosan haría necesario renunciar a operaciones rentables para reducir el nivel de endeudamiento.
Más desinversión
Este mes, Raízen firmó en Brasil un acuerdo para vender un ingenio azucarero en la localidad brasileña de Leme por aproximadamente u$s 74 millones. El año pasado, la empresa había accedido a vender 31 proyectos de plantas de generación solar distribuida por u$s 120 millones.
La salida de Raízen de la Argentina se sumaría a otras empresas que decidieron hacer las valijas recientemente. Este año Telefónica de España le vendió su operación local a Telecom por u$s 1200 millones. También se concretó la largamente anunciada desinversión de Exxon Mobil, que transfirió sus activos en Vaca Muerta a Pluspetrol por u$s 1700 millones. A ellos se suman la partida del banco HSBC, adquirido por el Banco Galicia por u$s 500 millones, y la histórica planta de Mercedes-Benz, cedida a Prestige Auto, un grupo inversor encabezado por del dueño del Grupo ST, Pablo Peralta; el ex-CEO de Toyota Argentina Daniel Herrero, y el exministro de Economía Alfonso Prat Gay.



