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A pocos días de su cambio de dueños, la Justicia de Santa Fe declaró la apertura del concurso preventivo de Celulosa Argentina. La principal papelera del país enfrenta una deuda cercana a los u$s 128 millones y había solicitado el inicio del proceso judicial el 1° de septiembre.

Según informó la compañía en una presentación ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Primera Nominación de San Lorenzo declaró abierto el concurso preventivo, tras la solicitud presentada el 5 de septiembre. Como parte del proceso, el tribunal fijó para el 1° de octubre la audiencia en la que se sorteará al síndico de categoría A - encargado de controlar y supervisar todo el proceso concursal-, instancia que estará a cargo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario.

La apertura del concurso preventivo de Celulosa se da solo siete días después de que la compañía fuera adquirida por el financista Esteban Nofal. De este modo, el proceso de reestructuración quedará bajo la gestión del nuevo propietario, lo que representa un cambio en el escenario para acreedores y proveedores, ya que no será la antigua administración la que encare el ordenamiento financiero, sino un comprador con capital fresco y la intención de garantizar la continuidad de la operación.

A última hora del viernes pasado, Celulosa publicó otra novedad en la CNV. En ese escrito, dio a conocer a su nuevo dueño: Nofal adquirió 452,6 millones de acciones clase B de la empresa -equivalentes al 4,48% del capital- a Douglas Lee Albrecht, José Manuel Urtubey y Juan Manuel Collado. Además, compró el 100% de las participaciones de Tapebicua Cayman Limited. Con esta operación, el empresario pasó a controlar aproximadamente el 45,5% del capital social y de los votos de la compañía.

Nofal, hijo de Luis -cofundador de Torneos y Competencias-, es líder del grupo inversor nacional CIMA. En 2021 desembarcó en SES, una sociedad que pertenecía a TGLT y que anteriormente había sido utilizada por la constructora Caputo para canalizar contratos de obra pública. Si bien ese negocio se redujo cuando Mauricio Macri asumió como jefe de Gobierno porteño, la firma continuó participando de proyectos de infraestructura, muchas veces en unión transitoria de empresas con otros socios, tanto en la Ciudad de Buenos Aires, como a nivel nacional.

Nofal también estuvo asociado al corredor de granos Mariano Grassi, uno de los acreedores más combativos de Vicentin y quien esta semana presentó una oferta para tomar el control de la cerealera. En enero, además, había comprado la deuda de u$s 447 millones que la agroexportadora mantenía con bancos internacionales.

La operación se realizó con el asesoramiento de VALO Columbus, la consultora cuyo presidente, Juan Nápoli, había denunciado a los exdueños de Celulosa por presuntas maniobras irregulares. El ejecutivo fue quien diseñó, además, la propuesta de reestructuración de deuda de la papelera.

Celulosa Argentina, dueña de Forestadora Tapebicuá, integra el Grupo Tapebicuá, que estaba en manos del estadounidense Douglas Albretch y de los argentinos José Urtubey -exvicepresidente de la UIA y hermano del exgobernador salteño Juan Manuel Urtubey- y Juan Collado. En un intento de reforzar las finanzas de la compañía, los accionistas ya habían reducido su participación.

La llegada de Nofal se produce en medio de la delicada situación que atraviesa la papelera, que estaba a la espera de la apertura de su concurso preventivo tras reportar pérdidas por más de $ 172.634 millones (unos u$s 117 millones) en su último balance. En la presentación enviada a la CNV, la firma describió su estado financiero como "totalmente atípico e inesperado" en comparación con los resultados obtenidos en ejercicios previos.

Resultados financieros críticos

Entre las causas que enumeró la empresa acerca de su crítica situación, destacó una demanda local extremadamente débil en los sectores de la economía vinculados al consumo, a la vez que resaltó que la compañía sufrió una significativa caída en sus ventas, fundamentalmente en el último semestre, que llegó al orden del 52% si se compara con lo logrado en el mismo semestre del ejercicio anterior.

Sumó, además, que los costos de la operación "aumentaron en forma significativa, en especial si se miden en dólares, y no han podido ser trasladados a precios debido a la falta de demanda y a la amenaza de la importación. Por el contrario, los precios debieron ser reducidos durante el ejercicio. Ello ha provocado una importante reducción de los niveles de rentabilidad bruta y operativa que alcanzaron el -17% y -31%, respectivamente".

La principal papelera de la Argentina, que cayó en default en mayo de este año, atraviesa una profunda crisis financiera desde mediados de 2024. Su delicada situación se debe, según precisó en distintas comunicaciones al ente regulador local (CNV), a un complejo contexto macroeconómico, sumado a factores externos de la industria que afectaron de lleno su desempeño.