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Tal cual le ocurrió a Arcor, la inflación y la escasa elasticidad para trasladar los aumentos de costos a los precios de sus productos afectaron los resultados de Molinos Río de la Plata, otra de las mayores alimenticias de la Argentina. Así lo informó la empresa del Grupo Perez Companc, que este viernes difundió su balance del primer semestre de 2023.

"Molinos Río de la Plata finaliza el primer semestre de 2023 reportando un resultado operativo de $ 2805 millones, que representa una caída de $ 4359 millones (-60,8%), comparado con el mismo período del año anterior", explicó Molinos en la reseña informativa de sus resultados al 30 de junio.

"Los ingresos netos alcanzaron los $ 102.440 millones, habiendo comercializado un volumen 0,5% menor en los primeros seis meses del ejercicio 2023, lo cual se ajusta a la situación de consumo registrada por las principales consultoras especializadas", agregó.

"La fuerte caída de los resultados operativos evidencia la clara imposibilidad de recuperar en los precios de venta los relevantes y cada vez más frecuentes incrementos en los costos y gastos, que continúan aumentando alineados con los altos y persistentes niveles de inflación y con la aceleración de la depreciación oficial del peso", indicó.

"Esta situación está enmarcada en la participación de la sociedad dentro del programa lanzado por el Gobierno Nacional denominado Precios Justos y se da a pesar de haber mantenido una firme política de control en los gastos de comercialización y administración", resaltó.

Como consecuencia, el resultado neto del período fue una ganancia de $ 9652 millones. "En línea con los mayores costos soportados por la sociedad, también presenta una caída versus el mismo periodo del año anterior por $ 1548 millones y que sólo fue posible de alcanzar por los menores costos financieros obtenidos como consecuencia del sostenido proceso de reducción de la deuda financiera neta", destacó.

Actual buque insignia del Grupo Perez Companc, Molinos es dueña de las marcas Granja del Sol, Exquisita, Lucchetti, Matarazzo, Preferido, Vitina, Cocinero, Lira, Blancaflor, Nobleza Gaucha, Favorita, Don Vicente, Don Felipe, Chocoarroz, Nieto Senetiner, RucaMalen, Minerva, Gallo, Terrabusi (sólo pastas; las golosinas son de la estadounidense Mondelez), Arlistán y La Salteña.

El año pasado, facturó $ 137.237,6 millones, un 6,2% más que en 2021. Ganó $ 8197,63 millones, contra $ 5510 millones de 2021. Pero se debió, exclusivamente, a un efecto financiero por el atraso del tipo de cambio oficial -al que se hacen los balances- con la inflación, algo que distorsinó los números finales de la mayoría de las empresas. En términos operativos, el retroceso internual fue del 21,7% y de más del 45% comparado con el del ejercicio 2020.

Situación análoga experimentaron los resultados de otros gigantes del consumo masivo, como Arcor. La cordobesa develó el jueves que, en el primer semestre, sus ingresos cayeron 1,9% interanual en pesos, a $ 481.386,9 millones. El resultado operativo, $ 30.186,7 millones, equivalió al 6,3% de sus ventas. Un año antes, representó el 8,3%. Lo propio ocurrió con la ganancia neta: $ 24.264,4 millones, gracias a un efecto financiero. Pero ascendió al 5% de sus ventas, contra el 8,9% de margen neto un año atrás.

Después de haber registrado una suba del 94,8% el año pasado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) registró, a junio de 2023, una variación acumulada del 50,7% y anualizada del 115,6%. En Alimentos y Bebidas no alcohólicas (la categoría en la que más fuerte participa Arcor), los aumentos fueron del 55,6% y 116,9%, respectivamente, pese a que el Gobierno mantiene programas oficiales de control de precios desde fines de 2021.

Las proyecciones de Molinos para lo que falta de 2023

"Estimamos que, durante los próximos meses del año, seguiremos enfrentando un contexto macroeconómico muy complejo y con elevada incertidumbre, que se suma a la complejidad del escenario político de cara a las próximas elecciones", describió Molinos a sus accionistas sus perspectivas hasta el cierre del ejercicio.

"En línea con las proyecciones, en el año, han sido constnates las subas de tarifas, la reducción de subsidios y las elevadas tasas de inflación mensual. Estos factores continúan ejerciendo presión sobre el poder adquisitivo de los consumidores y deterioran aún más el humor social, impactando tanto en las expectativas como en la propensión a consumir, lo cual se ve reflejado en las mediciones de las principales consultoras especializadas", continuó.

"Si bien es de esperar que los ajustes de los salarios puedan seguir de cerca a la inflación, el malestar social y la gran incertidumbre generan contracción y obligan a reconfigurar los niveles de consumo", avanzó.

"El equilibrio entre los costos incurridos y los precios a los cuales la sociedad puede comercializar sus productos continuará siendo muy afectado, tanto por el aceleramiento inflacionario general de los costos y gastos, como por la continuidad de los programas de control de precios, que dificultan la posibilidad de recuperar en los precios de venta dichos incrementos de costos", precisó.

"De esta manera, podría continuar el camino de deterioro progresivo de los márgenes operativos que la sociedad viene enfrentando con mucha dificultad en los últimos años. La sociedad espera mitigar los efectos anteriores y, junto con la continuidad de sus programas de eficiencia, lograr resultados en línea con la calidad de sus activos marcarios y productivos", auguró.