

En el calor de una discusión, elegir las palabras adecuadas puede marcar la diferencia entre un conflicto sin salida y un diálogo constructivo. Según un reciente estudio psicológico, las personas con mayor inteligencia emocional y cognitiva tienden a emplear una frase particular para cerrar el intercambio sin escalar el enfrentamiento.
La expresión en cuestión es: "Es interesante que digas eso, porque lo veo diferente...". Esta fórmula, sencilla pero poderosa, permite desacoplar la carga emocional del desacuerdo yabrir espacio para la empatía, el entendimiento y el respeto por la perspectiva ajena.
¿Cuál es la frase con la que las personas inteligentes terminan un discusión y por qué es tan eficiente?
Según un estudio publicado en la revista Cognitive Science, una de las frases más efectivas que utilizan las personas con alta inteligencia emocional para evitar que una discusión termine es un conflicto mayor es: "Es interesante que digas eso, porque lo veo diferente...".

Según la psicología, la efectividad de esta frase está en la repuesta que estas palabras activan en el cerebro, puesto que reduce la activación de la amígdala -centro del miedo y la agresión- y activa la corteza prefrontal, favoreciendo el pensamiento racional y la empatía.
Otra investigación, liderada por el doctor Leonard Martin de la Universidad de Georgia, examinó cómo el lenguaje puede modular las respuestas emocionales durante desacuerdos.
Además, gracias a sus experimentos validó que esta frase es clave para mostrar apertura, pero sin renunciar al propio punto de vista. Un enfoque que se alinea con investigaciones previas en el campo de la inteligencia emocional.
Puentes verbales: cómo terminar una discusión sin perder la calma
Elegir las palabras adecuadas puede evitar que el conflicto escale. El sociólogo británico James Larkin acuñó el concepto de puentes verbales para referirse a aquellas expresiones que permiten mantener el vínculo con el otro en el desacuerdo. Lejos de buscar imponer una idea , estos puentes ayudan a descomprimir la tensión y abrir espacio al entendimiento.
Frases como "Entiendo tu punto, aunque lo veo de otra manera" o "Puede que tengamos opiniones distintas, y eso está bien" son ejemplos de puentes verbales. Según Larkin, estas expresiones activan zonas del cerebro vinculadas a la empatía y la autorregulación emocional, lo que favorece un clima más colaborativo.
En contextos familiares, laborales o incluso políticos, los puentes verbales permiten cerrar una conversación sin romper la relación. Para Larkin, no se trata de ceder, sino de saber cómo disentir sin dañar al otro.


