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El kudzu es una planta trepadora, conocida como "la vid que se comió el sur", nativa de Asia Oriental que se ha convertido en una especie común en muchas partes del mundo, especialmente en Estados Unidos.
Más allá de su reputación como plaga vegetal, está esconde un secreto milenario: su empleo en la medicina tradicional china, donde ha sido valorada durante siglos por sus propiedades curativas.

Para qué sirve el kudzu
El kudzu es notable por su riqueza en compuestos bioactivos, destacando las saponinas triterpénicas y las isoflavonas como puerarina, daidzeína y genisteína.
Particularmente, su raíz, conocida como Ge Gen, ha demostrado eficacia en el tratamiento de infecciones bacterianas y en la prevención de espasmos musculares involuntarios.
Además, es notable por su alto contenido en almidones resistentes, los cuales actúan como prebióticos en el intestino.
La puerarina ejerce efectos sobre el sistema nervioso central, incluyendo en neurotransmisores como la serotonina, el GABA (ácido -aminobutírico) y el glutamato (ácido glutámico).
Estos neurotransmisores desempeñan roles cruciales en la regulación de estados emocionales y problemas relacionados con la dependencia.
La puerarina promueve la liberación de serotonina y dopamina, hormonas conocidas por su capacidad para mejorar el estado de ánimo.
Por último, contiene fibra soluble, un tipo de fibra que se ha demostrado que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL, uniéndose en el intestino y evitando que sea absorbido por el cuerpo.

Cómo se prepara el kudzu
La raíz de kudzu es altamente valorada tanto en la medicina tradicional como en la cocina japonesa, donde se utiliza como un suplemento herbal o para preparar té de raíz. Además, es ampliamente reconocida por sus excepcionales propiedades como espesante.
El kudzu se distingue por su capacidad para espesar sin formar grumos ni alterar el sabor de los alimentos. Es naturalmente libre de gluten y forma una emulsión aceite-agua bastante estable.
Para prepararlo, primero se aplastan los bloques hasta obtener un polvo fino en un bol o mortero. Luego, se disuelve este polvo en una pequeña cantidad de líquido frío, como agua, caldo o zumo.
La mezcla se añade a los ingredientes principales y se calienta a fuego lento, removiendo constantemente.
Una vez que la mezcla comience a hervir, se cocina durante medio minuto aproximadamente, hasta lograr la consistencia deseada de espesor.
Kudzu y umeboshi: una combinación terapéutica
En Japón, es común consumir kudzu junto con umeboshi, una ciruela japonesa fermentada y salada que se caracteriza por su sabor ácido.
Se le atribuyen beneficios como mejorar la digestión, combatir la fatiga, aliviar dolores de cabeza, proteger contra el envejecimiento y fortalecer el sistema inmunológico.
En la medicina tradicional china, se considera que el sabor ácido de umeboshi tiene propiedades expansivas (yin) que pueden neutralizar el exceso de calor (yang) en el cuerpo.




