

Durante años, nadie supo que debajo de los escombros de una vieja misión jesuita en Mulegé yacía una joya del siglo XVII. En el 2025 este descubrimiento religioso marca un antes y un después en la comunidad arqueológica y religiosa de méxico y el mudo: un lienzo con la imagen de la Virgen de Guadalupe que renace bajo los escombros y es catalógado como un resurgimiento por pate del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH. Fue la familia Aguilar quien la rescató. "Por más de ocho generaciones, mis ancestros y yo hemos sido sus guardianes", contó Miguel Ángel Aguilar Villavicencio.
La pieza del hallazgo había sufrido daños graves tras el huracán Kay en 2022. "La Virgen es el último bien material cultural que subsiste en esa zona de misiones", explicó Leslie Julieta Cabriada Martínez, restauradora del INAH. Para los rancheros de la región, esta Virgen no es solo una imagen: es símbolo de identidad, encuentro y fe.

El lienzo de la Virgen estaba eclipsado por lo hongos
Entre diciembre de 2024 y enero de 2025, un equipo de expertas restauró la pintura en el Museo de las Misiones Jesuitas, en Loreto.
El lienzo tenía hongos, deformaciones, manchas y había perdido parte de su capa pictórica. "Aplicamos un adhesivo menos invasivo y utilizamos la técnica de nutrido para devolverle color y luz", detallaron.
El rostro, las manos y el manto de la virgen fueron recuperados con minuciosidad. También se reemplazó el reentelado -la tela que da soporte- y se cosió la zona inferior para evitar más pérdida. Lo que parecía irrecuperable, volvió a respirar con fuerza.

Un legado que ni el tiempo ni los huracanes pudieron borrar
Aunque la pintura no tiene firma, se sospecha que forma parte de un grupo de obras que acompañaron la ruta misionera que unía Baja California con la Alta California. "Es necesario hacer estudios comparativos para saber quién la pintó", señaló Cabriada Martínez.

El 2 de abril de 2025, tras dos meses de monitoreo, la Virgen fue devuelta a su comunidad. "Se trata de una imagen que une y da identidad a los rancheros", explicó el INAH. Sobrevivió siglos, climas extremos y el olvido. Pero hoy, la Virgen resucitada vuelve a ser faro y memoria de una historia que se niega a desaparecer.




