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En un hallazgo que evoca las tramas de una película de ciencia ficción, la ciencia ha revelado la existencia de seres similares a zombis. Estos organismos son seres vivos que han sido infectados por un parásito capaz de manipular su sistema nervioso central y sus músculos.
El agente responsable de esta fascinante transformación es el hongoophiocordyceps unilateralis, que infecta a las hormigas carpinteras, conocidas científicamente como Camponotus Leonardi, que habitan en las copas de los árboles. Estas hormigas son frecuentemente afectadas y, antes de que el parásito las elimine, el hongo las controla contra su voluntad, provocando en ellas un comportamiento errático.

El parásito que transforma a las hormigas en zombis
El comportamiento del hongo parásito dentro de la hormiga ha sido objeto de estudio por un equipo internacional liderado por David Hughes, de la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos. La investigación se enfocó en analizar el interior de la cabeza del insecto tras su infección.
Estas hormigas han sido afectadas por el hongo parásito durante un periodo de al menos 48 millones de años. Su descubrimiento se atribuye al explorador y naturalista Alfred Russel Wallace en Indonesia, según informa la BBC. Se pueden encontrar en el Amazonas en Brasil, así como en los bosques de América del Norte y en el noreste de Australia.
El fascinante origen de las hormigas zombis
La investigación ha permitido al equipo, mediante el uso de microscopios y la obtención de imágenes de alta resolución, "comenzar a comprender los mecanismos que emplea el hongo para manipular a las hormigas y así tener una visión más clara de su interacción", subraya el estudio.
El análisis reveló que el hongo se alimenta de los fluidos corporales de las hormigas, provocando que, tras la infección, el insecto comience a exhibir un comportamiento errático y experimente convulsiones.
Cuando la hormiga cae de su nido en la copa de los árboles hacia el suelo, se encuentra en un entorno con condiciones más frescas, propicias para que el parásito se desarrolle de manera óptima. A medida que el hongo crece, inicia su siguiente fase de maduración: su "nacimiento".

Una vez completado su desarrollo, el hongo comienza a emerger de la cabeza de la hormiga de forma gradual, abandonando a su huésped. Al alcanzar su plena madurez, el hongo provoca la muerte del insecto, que lentamente se transforma en el propio hongo, permitiendo así la dispersión de sus esporas para infectar a más hormigas.



