

Las cartas ya están echadas sobre el futuro de la Corona británica y toda la realeza del Reino Unido. Con 43 años, el príncipe William ya se prepara para asumir la corona del Palacio de Buckingham una vez que el actual monarca, el rey Carlos III, deje el trono.
Con el rey Carlos III próximo a cumplir 77 años y con un diagnóstico de cáncer-del cual se filtró que sería de próstata, aunque el Palacio de Buckingham nunca lo confirmó ni lo desmintió-, el público seguidor de la monarquía británica se mantiene expectante sobre cómo sería un reinado bajo el liderazgo del príncipe William y la princesa Kate Middleton.

Cada día que pasa es un día menos en el reinado del rey Carlos III y un acercamiento a su inevitable despedida, para que asuma su hijo y heredero al trono, el príncipe de Gales.
Como no es un tema menor, esta semana el monarca fue invitado al programa The Reluctant Traveller, de Apple TV+. Entrevistado por el veterano actor Eugene Levy -una de las figuras de American Pie, una de las películas favoritas del propio William-, el futuro rey habló sin tapujos de los cambios que planea implementar cuando llegue su momento de reinar.

Los cambios personales que el príncipe William aplicaría en su vida
En su conversación con Levy, el heredero confesó que su visión del cambio parte de una búsqueda personal. "El cambio está en mi agenda, un cambio para bien. Lo abrazo, lo disfruto, no lo temo. No cambios demasiado radicales, sino cambios que creo que deben ocurrir", declaró el príncipe de Gales.
El príncipe William también explicó que, más allá de su rol institucional, su vida privada y su familia son el centro de su existencia. "Cuando se trata de la familia, es cuando empiezo a sentirme un poco abrumado... porque es más personal, más emocional", admitió, en alusión a los difíciles meses que ha atravesado junto a Kate y su padre.
William dijo que para él "lo más importante es la familia", y reconoció que tanto el cáncer de su esposa, el cual ya en remisión, como el de su padre lo han marcado profundamente.
"Explicó asimismo que se toma sus labores como príncipe de Gales y futuro rey como un trabajo", destacando que su propósito es mantenerse fiel a sí mismo: "Trato de ser yo mismo. Me tomo muy en serio mis responsabilidades, pero quiero controlarlas y no que me controlen".

El heredero también habló del papel de su hijo mayor, el príncipe George, quien es segundo en la línea de sucesión: "Deseo protegerlos y que George se sienta orgulloso de lo que hacemos", aseguró, dejando ver que su paternidad y su rol como esposo son pilares fundamentales en su futuro reinado.

Los cambios de fondo que el futuro rey proyecta para la realeza
En materia institucional, el príncipe William dejó entrever que no planea una revolución, pero sí una modernización de la monarquía. "Hay momentos en los que miras la tradición y te preguntas: ‘¿Sigue siendo útil hoy? ¿Es lo correcto? ¿Estamos teniendo el mayor impacto posible?'... Me gusta cuestionar estas cosas y modernizar lo que haga falta", afirmó durante la entrevista.
Su visión apunta a una Corona más austera, adaptada a los tiempos y más consciente del escrutinio público. El príncipe aseguró que no teme revisar prácticas históricas: "Espero que no volvamos a algunas de las prácticas del pasado, en las que Harry y yo crecimos. Haré todo lo posible para que no se repita en mi familia", dijo, en clara alusión a la presión mediática y los episodios de acoso que sufrió la familia real en décadas anteriores.
La renovación que William propone no solo pasa por modernizar costumbres, sino también por humanizar el papel del monarca. Para él, el futuro de la institución dependerá de mantener un equilibrio entre el deber y la empatía. "Lo que trato de hacer es ser yo mismo", insistió, evidenciando que su liderazgo buscará alejarse del protocolo rígido y acercarse más a la gente.
En sus propias palabras, "El cambio está en mi agenda, un cambio para bien". Una frase que sintetiza no solo su voluntad de transformación, sino también la de una monarquía que parece lista para entrar, con él, en una nueva era.




