

Los talibanes reiteraron hoy su interés de tener "relaciones aún más fuertes" con China, país al que consideran "muy importante" de cara a la consolidación del futuro régimen afgano, tras la retirada de las fuerzas estadounidenses que se consumó anteayer luego de 20 años.
"China es un país muy importante y fuerte de la región y ya hemos tenido relaciones muy positivas y buenas en el pasado", dijo uno de los principales portavoces talibán, Zabihulá Muyahid, en declaraciones a la cadena china CGTN.

Los talibanes quieren abora "mejorar el nivel de confianza mutua", algo a lo que también parece dispuesto Beijing, uno de los pocos gobiernos que decidió mantener abierta su embajada en Kabul después de que los talibanes se hiciesen con el control de la capital afgana el 15 de agosto.
Los talibanes esperan apoyo económico de China. "Queremos que exporten a nuestro país y nos ayuden en materia de desarrollo", dijo Muyahid sin rodeos.
QUÉ QUIERE CHINA
El Gobierno chino tiene voluntad de mantener contactos con las nuevas autoridades afganas y para ello apela a los lazos históricos entre ambas naciones.
El portavoz Wang Wenbin del Ministerio de Exteriores de China subrayó hoy en rueda de prensa que son "dos países amigos".

La buena voluntad china también incluye alusiones al respeto a la independencia de Afganistán y a su soberanía territorial, en aparente contraposición con las tesis occidentales y, en particular, con los criterios que llevaron a la invasión de 2001 y a una guerra que se prolongó durante dos décadas.
El lunes pasado, día en que Estados Unidos concretó la retirada militar de Afganistán, el representante permanente adjunto de China ante la ONU Geng Shuang había dicho que "el caos en Afganistán está directamente relacionado con la retirada apresurada y desordenada de las tropas extranjeras"
Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Geng dijo que "esperamos que los países pertinentes se den cuenta de que la retirada no es el fin de la responsabilidad, sino el comienzo de la reflexión y la corrección", e instó a aprender de las lecciones y respetar verdaderamente la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Afganistán, y los derechos del pueblo afgano a determinar su propio futuro.


