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La resistencia a los antibióticos es uno de los mayores problemas que enfrenta hoy la salud global, con una proyección a futuro que preocupa a los especialistas por la creciente capacidad de las bacterias de superar a las fórmulas más comunes para confrontarlas.

Tal como remarca la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su sitio web oficial, "la resistencia a los antibióticos hace que se incrementen los costos médicos, que se prolonguen las estancias hospitalarias y que aumente la mortalidad".

Uno de los grandes puntos en contra de esta problemática de salud pública es que puede afectar a cualquier persona, más allá de su edad, perfil clínico o lugar de residencia.

Además, también preocupa el hecho de que este fenómeno no se previene simplemente a través del uso responsable de antibióticos, sino que también afecta al ser humano el uso de fármacos en la cadena alimentaria.

La resistencia a los antibióticos es uno de los mayores problemas que enfrenta hoy la salud global.
La resistencia a los antibióticos es uno de los mayores problemas que enfrenta hoy la salud global.

Sobre este último punto se expresa un trabajo reciente de la Universidad de Oxford, que advierte sobre el uso indiscriminado de antibióticos en la producción ganadera para controlar infecciones.

La amenaza de la resistencia microbiana: qué dice el estudio de Oxford

El último análisis de la universidad ubicada en el Reino Unido se enfoca en los péptidos antimicrobianos, proteínas de origen natural de las plantas, mamíferos, virus e insectos que tienen funciones antibióticas con un importante rol en la inmunidad innata.

Durante los últimos años, han avanzado investigaciones para su uso en lugar de los antibióticos convencionales, dado que tienden a generar menos resistencia de los gérmenes. Sin embargo, su acción es más general y se estudia cómo sacar mejor provecho de estos.

Su utilización en la ganadería aumentó en el último tiempo, y se amplificó para prevenir o tratar enfermedades en las vacas para consumo humano y para promover su crecimiento y reproducción, una práctica que fue analizada en Oxford.

Para los especialistas de la prestigiosa casa de altos estudios británica, el uso indiscriminado de estos péptidos podría generar una suerte de inmunidad "cruzada" con capacidad de transferirse a los humanos: el ganado no sólo tendría resistencia a los antibióticos, sino también a esta alternativa antimicrobiana.

Lo que preocupa es que estas "superbacterias" resistentes a todo fármaco en su contra puedan superar la barrera de la inmunidad innata del ser humano, proceso en el que son importantes jugadores los péptidos antimicrobianos.

La resistencia a los antibióticos es uno de los mayores problemas que enfrenta hoy la salud global.
La resistencia a los antibióticos es uno de los mayores problemas que enfrenta hoy la salud global.

Desde Oxford consideran que la posibilidad de que esto eventualmente ocurra es muy alta. Así lo asevera el principal investigador del estudio, el profesor Craig MacLean: "El uso antropogénico de péptidos antimicrobianos como la colistina puede impulsar la evolución accidental de la resistencia al sistema inmunitario innato de humanos y animales".

Así, pese a que "los péptidos antimicrobianos se han defendido como una alternativa prometedora a los antibióticos para tratar infecciones bacterianas", su uso indiscriminado y sin regulación "conducirá a la evolución de la resistencia a los péptidos en las bacterias patógenas", según el especialista.

Países como Argentina han prohibido el uso de péptidos antimicrobianos como la colistina, considerada como una de las últimas barreras ante una infección bacteriana resistente a los fármacos más comunes. Sin embargo, el Reino Unido mantiene su uso y la posible transferencia de la resistencia a estos péptidos desde el ganado a los humanos preocupa a los especialistas.

"Tendremos que evaluar adecuadamente las repercusiones de la resistencia a los nuevos péptidos antimicrobianos terapéuticos en la virulencia bacteriana antes de que se utilicen para tratar a los pacientes", remarcó MacLean.

Y cerró con una advertencia: "De lo contrario, correremos el riesgo de armar accidentalmente a las bacterias patógenas contra nuestro propio sistema inmunitario".

Hoy, la resistencia a los antimicrobianos es una de las 10 principales amenazas de salud pública a nivel global, según la OMS. En esta línea, la entidad remarca las principales problemáticas derivadas de esto: "El costo de la resistencia a los antimicrobianos para la economía es considerable. Además de muerte y discapacidad, la prolongación de las enfermedades se traduce en estancias hospitalarias más largas, la necesidad de medicamentos más caros y dificultades financieras para las personas afectadas".