

En esta noticia
La Sábana Santa de Turín es una de las reliquias más enigmáticas del cristianismo. Se cree que envolvió el cuerpo de Jesús tras su crucifixión, y en ella se conserva la tenue imagen de un hombre con marcas de flagelación, clavos y una corona de espinas.
Sin embargo, un nuevo análisis publicado en la revista Archaeometry vuelve a poner en duda su autenticidad. El estudio, realizado por el diseñador brasileño Cicero Moraes, concluye que la imagen del sudariono fue generada por contacto con un cuerpo humano, como se creía hasta ahora.
¿Qué revela el nuevo estudio sobre el Santo Sudario?
Moraes utilizó un software de modelado en 3D para simular cómo se comporta una tela al cubrir un cuerpo humano o una escultura. Según el especialista en reconstrucciones faciales históricas, cuando una sábana se coloca sobre un cuerpo real, la imagen se distorsiona, generando un efecto ensanchado.

Este fenómeno no coincide con la imagen simétrica que se observa en la Sábana Santa. En cambio, al colocar la tela sobre un bajorrelieve, la imagen conserva proporciones mucho más realistas.
En conclusión, la figura del sudario pudo haber sido generada mediante el contacto con una matriz sólida, posiblemente madera, piedra o metal, pigmentada o calentada para grabar la silueta.
¿Cuál es la verdadera historia del Santo Sudario?
Según Moraes, la Sábana Santa podría haber sido creado en un contexto funerario medieval, y con el tiempo se transformó en una obra maestra del arte cristiano. Aunque no descarta completamente la posibilidad de que se trate de la huella de un cuerpo humano, considera más posible que haya sido obra de artistas con conocimientos técnicos avanzados.
Otros estudios ya habían sugerido que la imagen podría haber sido generada artificialmente. En 1989, una datación por carbono-14 situó el origen del sudario entre los años 1260 y 1390, en plena Edad Media, aunque investigaciones posteriores cuestionaron estos resultados.






