

¿Qué secreto se encuentra detrás de la pigmentación de los ojos? Es un enigma que desafía la comprensión. Si bien hay varios estudios sobre este tema, la diversidad de colores que existen llevan a la pregunta: ¿Qué diferencia hay con los ojos celestes?
La melanina es un pigmento que se encuentra tanto en la piel como en el pelo y en los ojos, y actúa como un filtro que dispersa la luz. Pese a que los investigadores intentan descifrar el misterio de la pigmentación ocular, aún falta mucho por responder y por conocer.
Las personas nacen con una asombrosa diversidad de colores en los ojos, un fenómeno hermoso que comienza a desarrollarse incluso antes de que vean la luz del mundo. Esta diversidad es un recordatorio constante de la complejidad de la naturaleza humana.
¿Qué determina el color de los ojos en las personas?
Según una investigación publicada en "Human Genetics", mientras más melanina haya en el iris, más oscuros son los ojos. Esto quiere decir que los colores son simplemente luz.

La luz se compone de diferentes longitudes de onda, cada una con un color asociado: las largas son rojas o amarillas y las cortas son azules o moradas. Cuando la luz llega a un objeto, este absorbe o refleja ciertas longitudes de onda según su material, lo que determina su color.
Entonces lo que se refleja llega a los ojos, el cerebro las interpreta como un color y las relaciona con el objeto, mientras que las absorbidas no influyen en la tonalidad percibida.
¿Cuál es el misterio detrás de los ojos celestes?
Los ojos celestes son el resultado de un fenómeno en la genética humana. Se debe principalmente a la baja cantidad de melanina en el iris. En el caso de los ojos celestes, su ausencia casi total permite que la luz se disperse en el iris en lugar de ser absorbida, lo que crea el distintivo tono azul.

Según el estudio, este color se debe a la mezcla de genes HERC2 junto con otro tipo llamado alelos. En simples palabras, los ojos celestes son el resultado de una combinación genética que permite que la luz se refleje y se disperse en tonos azules, en lugar de ser absorbida por la melanina.