

Las almendras ganan terreno como uno de los alimentos más recomendados por expertos en nutrición y salud pública. Según estudios de la Escuela de Salud Pública de Harvard y el sitio especializado Verywell Health, consumir este fruto seco a diario puede mejorar de forma significativa la salud cardiovascular, reducir el colesterol malo y prevenir enfermedades como el cáncer y la diabetes.
El consumo regular de almendras también favorece el control del peso, fortalece los huesos y mejora el aspecto de la piel. Por eso, cada vez más profesionales sugieren incluirlas en la alimentación diaria como una estrategia sencilla y eficaz para cuidar el cuerpo.
¿Cuántas almendras hay que comer por día?
Los especialistas recomiendan consumir entre 28 y 45 gramos de almendras al día, lo que equivale a un puñado. Esta cantidad permite aprovechar sus beneficios sin sumar calorías en exceso.
Una porción de 28 gramos aporta 164 calorías, seis gramos de proteína, más de tres gramos de fibra, y minerales como calcio, magnesio, hierro y potasio.
Beneficios para el corazón y el colesterol
Las almendras ayudan a reducir el colesterol LDL, conocido como "colesterol malo", que está vinculado a enfermedades cardíacas como infartos y accidentes cerebrovasculares. Su aporte de grasas saludables, antioxidantes y vitamina E protege las arterias y mejora la circulación.
Prevención del cáncer y control del azúcar
Estudios recientes muestran que quienes consumen frutos secos como almendras, nueces y cacahuetes tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama. Además, una ingesta diaria de 28 gramos se asocia con una reducción del 21% en la mortalidad por cáncer.

En personas con diabetes o riesgo de padecerla, las almendras ayudan a estabilizar los niveles de glucosa en sangre. Su bajo contenido de carbohidratos y alto aporte de magnesio y proteínas las convierte en una opción ideal para controlar el azúcar sin afectar el sabor de las comidas.
Control del peso y saciedad
Las almendras también ayudan a mantener un peso saludable. Investigaciones indican que consumirlas como snack a media mañana genera mayor saciedad y reduce la ingesta calórica en las comidas siguientes. Además, su consumo frecuente se relaciona con una menor circunferencia de cintura y un índice de masa corporal más bajo.


