

La expectativa de que el Banco Central (BCRA) deberá volver a subir la tasa volvió a quedar reflejada ayer por una doble vía. Al rumor que circuló entre operadores que daba cuenta de un supuesto nuevo incremento de la tasa de política monetaria, se sumó que los bancos volvieron a darle la espalda a las Leliq a 180 días, señal manifiesta de que aguardan más subas para el mediano plazo.
Por cuarta semana consecutiva, la autoridad monetaria debió declarar desierta la licitación de estos instrumentos creados a principios de enero para estirar los vencimientos de su deuda. Mayor aceptación tuvieron, en cambio, las Notaliq, que captaron $ 64.384 millones. Estos instrumentos, cabe recordar, le permiten a las entidades posicionarse en deuda a seis meses pero capturando eventuales subas de tasas.
"Si una entidad cree que en el futuro va a haber suba de tasas, le conviene la Notaliq. Si por el contrario, cree que habrá una reducción, le conviene la tasa fija a 180 días", habían explicado desde la entidad que preside Miguel Pesce a mediados de febrero, cuando anunciaron la introducción de estos nuevos instrumentos.

El mercado sigue convencido que el Central deberá volver a elevar la tasa ya que la misma continúa sin otorgar rendimientos reales positivos, uno de los compromisos asumidos ante el FMI. Pese a ello, desde la autoridad monetaria afirman que, al menos de momento, "no está en agenda" otra suba.
"No creo que vaya a haber otra suba en el cortísimo plazo. Supongo que van a esperar al menos al dato de inflación de marzo", aventuró un trader de un banco local. En su opinión, por lo tanto, si llegara a haber una nueva suba la misma se daría en dos o tres semanas (el Indec difundirá el IPC de marzo el miércoles 13 de abril), ya que "tampoco pueden subir las tasas todo el tiempo".
No obstante, recuerda que los bonos implícitamente pricean una suba de 200 puntos básicos. "Es la diferencia entre un bono badlar y un bono tasa fija. Para que rindan lo mismo, la badlar debiera subir 200 bp"", explica.
Federico Furiase, director de Anker Latinoamérica, cree que probablemente "seguiremos viendo retoques moderados de la tasa de interés". Es que según recordó, el BCRA también tiene que considerar que cada 100 puntos básicos de aumento en la tasa de política monetaria genera un costo adicional en términos de pagos de intereses de los pasivos remunerados de 0,1 punto del PBI al año".
El economista y director de Eco Go Sebastián Menescaldi también prevé que "probablemente, con los números de marzo, vayamos a tener en abril alguna suba más". No obstante, recordó que "el Gobierno está ante una dicotomía en la que tiene que elegir entre ahogar la actividad y bajar la inflación".
La licitación de ayer mostró, además, que los bancos siguen reacios a estirar vencimientos de la deuda del BCRA. Es que de los $ 352.774 millones adjudicados en la subasta (vencían $ 331.173 millones), $ 288.390 millones (81,7%) fueron a buscar las Letras de Liquidez a 28 días.
Alargar duration no solo es un objetivo que se planteó la entidad que encabeza Pesce. También figura en el Staff Report del FMI publicado el viernes pasado, en donde además se insta al BCRA a que se eliminen gradualmente los topes cuantitativos que rigen para la Leliq a un mes, ya que la liquidez estructural sería absorbida por las Letras a seis meses. El problema es que, para ello, necesitan el visto bueno de los bancos, que por ahora no llega.


