Entre enero y diciembre de 2024 el volumen promedio diario negociado en acciones locales se mantuvo alto de forma sostenida hasta alcanzar un máximo de u$s 452 millones en diciembre, impulsado por el apetito extranjero por los ADRs de empresas argentinas. De ese total, u$s 369 millones correspondieron a papeles que cotizan en Wall Street, mientras que el Panel Líder y el Panel General en la plaza porteña apenas explicaron una fracción del movimiento.
Esta asimetría entre la operatoria externa e interna refleja tanto el mayor dinamismo del mercado internacional como las dificultades estructurales de la plaza local: baja profundidad, limitada liquidez y un perfil de inversores que tiende a mantener posiciones incluso en fases de corrección, como las de ahora.
Esto derivó en que, durante el primer semestre de 2025, el volumen negociado se modere mes a mes y de más a menos, pero sin abandonar los niveles elevados. Entre enero y junio, la operatoria diaria osciló entre u$s 302 millones y u$s 371 millones, con los ADRs aún como punta de lanza del flujo.
Para los analistas de la City, la aparente contracción no implicaría "necesariamente una caída del interés por las acciones argentinas", sino que obedece en parte a la baja de precios en un mercado de tendencia lateral y a la escasa rotación en las carteras.
Los drivers se reducen a uno
Y es que hay que destacar que el S&P Merval permanece sin dirección clara y, aunque los fundamentos macro -desinflación y superávit fiscal- lucen sólidos, el mercado sigue atado a las definiciones políticas. Con la mirada puesta en las elecciones de medio término, la falta de consensos legislativos y los cruces con el Congreso imponen una pausa táctica entre los inversores.

Mientras tanto, los operadores privilegian la selectividad, con preferencia por sectores como energía y bancos, a la espera de una señal que reactive el volumen.
Los expertos indican que como en otras transiciones del mercado argentino, el ajuste puede demorar, pero cuando llegue la reacción, sería abrupta.
La performance del S&P Merval
El principal índice de acciones local recortó un 24% en dólares en la primera parte del año, desde sus máximos de enero, lo que ubica a la bolsa local como la de peor performance en el mundo.
El S&P Merval atraviesa una fase de corrección, con precios que retroceden a niveles similares a los de abril de este año, e incluso, en ciertos casos, a valores registrados en noviembre de 2024.
Ignacio Sniechowski, head of Equity del Grupo Invertir en Bolsa (IEB) desliza en diálogo con El Cronista que, al analizar la evolución del volumen negociado en dólares, es evidente que en un contexto de mercado bajista la caída en los precios de las acciones impacta de forma significativa.
"Lo interesante es que este mismo efecto se observa al evaluar el volumen negociado en términos nominales, siempre al considerar una muestra constante de acciones. Esto confirma que la contracción no se debe solo al precio, sino también a una menor rotación de papeles", indica.

Sniechowski sostiene que el mercado accionario argentino, de por sí, tiene una profundidad limitada. Y es que armar una posición relevante, incluso en las acciones más líquidas, lleva tiempo. Por eso dice que es común observar que el mercado sube con un volumen considerable, "pero corrige con mucho menos flujo".
Asegura que este patrón ya se repitió en varias ocasiones y responde, en parte, a la asimetría estructural entre el mercado de renta variable y el más desarrollado mercado de renta fija.
A esto se suma el comportamiento característico de los inversores en equity, "que suelen mantener posiciones durante períodos prolongados, incluso en fases de corrección o lateralización", opina Sniechowski.
Sin embargo, cuando finalmente esos inversores deciden desarmarlas -por lo general ante una crisis de mayor escala-, el ajuste se da de forma abrupta y en muy poco tiempo. "La lectura del momento actual es la de un mercado en pausa, en transición, expectante del resultado de las elecciones de medio término para definir su próximo movimiento", concluye el estratega.
¿Desinterés entre los inversores?
Matías Waitzel, socio de AT Inversiones, matiza con Sniechowski y desliza que los volúmenes negociados en el equity argentino ostentan una tendencia "descendente mes a mes".
Y aunque a simple vista esto podría interpretarse como una señal de desinterés por parte de los inversores, "lo cierto es que responde más a factores coyunturales que estructurales".
Para Waitzel, el mercado local atraviesa una etapa de indefinición, marcada por la falta de dirección clara en el S&P Merval, "que lleva varios meses de laterización en un contexto de espera frente a las elecciones de medio término", en línea con lo planteado por Sniechowski.
Sucede que, a pesar de que el equipo económico cumplió con varios hitos relevantes -como la baja sostenida de la inflación, el superávit fiscal y el mantenimiento de reservas-, "el mercado mantiene el foco exclusivamente en el frente político", asegura Waitzel. Y agrega: "La incertidumbre legislativa y los reiterados episodios de tensión con el Congreso refuerzan la actitud cautelosa de los inversores".

Además, el experto agrega que la falta de liquidez en el mercado argentino también limita el movimiento: "En un año sin expansión real del crédito y con poco efectivo en circulación, la rotación hacia acciones locales se ve restringida, en particular, fuera de los papeles más líquidos", sentencia.
No obstante, los expertos mantienen el optimismo de mediano plazo intacto. Waitzel también destaca que se observa una mayor selectividad en el armado de carteras por parte de los inversores, con rotaciones tácticas hacia sectores como "energía y bancos". Su expectativa es clara: "Cuando llegue una señal política firme, el volumen volverá, y lo hará con fuerza".



