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En el Banco Nación, el billete cerró $10 por debajo del cierre anterior, a $1.375. El CCL cerró al alza sobre los a $1.368 (+1,6%), mientras que el dólar cripto bajó a $1.371,99 (-0,4%) y el dólar MEP se ubicó en $1.369,70 (-0,5%).

El dólar oficial retrocedió a $1.375 (-0,7%), al igual que el dólar tarjeta ($1.787,50, -0,7%) y el dólar blue ($1.360, -0,7%).

El secretario de Finanzas. Pablo Quirno, confirmó este martes que el Gobierno intervendrá en el mercado libre de cambios con "el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento". La medida se realizará a través del Tesoro y va a fondo con la dinámica de intervenir con un único objetivo: contener el tipo de cambio.

El anuncio llega en un contexto de presión cambiaria creciente. Este lunes, el dólar oficial alcanzó su pico más alto desde la salida del cepo a mediados de abril, trepó $ 25 hasta tocar los $ 1.390, para cerrar finalmente en $ 1.385.

La divisa se mantiene en niveles elevados, a $ 85 de la banda superior acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que actualmente se ubica en $ 1.471,41 tras el ajuste mensual del 1%.

En la jornada cambiaria, las distintas cotizaciones del dólar muestran movimientos dispares. El CCL avanza 1,4% y se ubica en $1368,90, mientras que el dólar cripto retrocede 0,4% hasta $1373,20.

En la misma línea, el MEP cae 0,5% a $1369,50 y el dólar oficial retrocede 0,7% para ubicarse en $1375. El dólar tarjeta también acompaña la tendencia bajista con una merma de 0,7% a $1787,50, al tiempo que el blue desciende 0,7% hasta los $1360.

Asimismo, la intervención del Tesoro refleja una respuesta directa a un clima de volatilidad sostenida, que combina tensiones políticas por las elecciones que se avecinan con incertidumbre financiera, en especial tras el vencimiento de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI).

Qué implica la medida

El mensaje del Gobierno es claro: la intervención directa será una herramienta activa para acotar la volatilidad en el tipo de cambio, sobre todo en un escenario electoral tenso y con la presión de los mercados sobre las reservas.

En la práctica, esto implica que el Tesoro podría vender dólares para sostener el nivel de la divisa y evitar picos bruscos que afecten la economía real, mientras el Banco Central mantiene su política monetaria.

En la City parece no caer muy bien la improvisación diaria del equipo que dirige Luis Caputo y acusan que la actual fragilidad financiera es consecuencia de no haber acumulado reservas cuando existía la posibilidad y de haber desarmado el esquema de las Lefi sin diseñar un instrumento alternativo que previniera un ajuste que era previsible en términos de tasas de interés. "Se pasó de TMAP al NMAP (Nada marcha de acuerdo al plan", comentó a El Cronista un agente del mercado.

El anuncio de Quirno bajo la lupa de los analistas

Para Gustavo Quintana, de PR Operadores de Cambio, en diálogo con este medio, "ante la probabilidad que en poco tiempo el dólar alcanzara la cota superior de la banda de flotación, el Gobierno decidió acotar con algunas intervenciones la volatilidad del tipo de cambio en un escenario de cierta tensión cambiaria previa a las elecciones del próximo domingo".

Para el experto, el mensaje "parece indicar que la intervención directa es una herramienta que en un contexto como el actual va a ser utilizada".

Pedro Moreyra, director de Guardian Capital, comentó a este medio que el Gobierno toma decisiones con un enfoque eminentemente pragmático, orientadas a asegurar un buen resultado electoral.

"Esto no es necesariamente incorrecto. Los fundamentos de la Argentina son los más sólidos en décadas, especialmente con la recuperación del superávit fiscal, algo que no se veía en más de una generación. Sin embargo, las elecciones cumplen un rol central: pueden ser el factor que ancle las expectativas de mediano plazo y, a partir de allí, condicione también las de largo. Todo dependerá de cuánta gobernabilidad logre el oficialismo para sostener y profundizar las reformas estructurales, imprescindibles para que el actual proceso de estabilización se transforme en una verdadera consolidación económica", afirmó.

Moreyra subrayó que, desde el exterior, estos factores son seguidos con atención: el mercado no está dispuesto a "pagar por ver", sino más bien a "esperar y ver", en buena medida porque aún persiste el recuerdo del episodio Macri 2018-2019.

También resaltó la diferencia entre ambos procesos electorales: en las PASO de 2019 los inversores llegaron con una posición fuertemente compradora de activos argentinos, mientras que en estas elecciones de medio término el escenario es inverso, con un mercado mucho más vendedor.

El experto recuerda que el mercado local ya había notad la presencia del Tesoro en el MULC, aunque de manera indirecta. "¿Qué significa esto? Que ni el Tesoro ni el Banco Central salían directamente a vender dólares en la plaza, porque bajo el régimen de bandas solo se permite intervenir cuando la cotización toca alguno de los extremos. En su lugar, se utilizaron operaciones en el mercado de futuros, junto con instrumentos como los encajes y las tasas, para desincentivar la escalada de la divisa. En definitiva, todo esto forma parte de la política monetaria", explicó Moreyra.

En este contexto, sostuvo que el anuncio de Quirno este martes "funciona más como un blanqueo que como una novedad". Sin embargo, advirtió que puede interpretarse como una intervención en sí misma y, por lo tanto, como una potencial violación al régimen actual de bandas cambiarias.

Según agregó, el comunicado aclara que será el Tesoro quien participe en el mercado libre de cambios, con dólares que provendrían del financiamiento vía BONTE o del superávit, y no del Banco Central ni de los fondos del FMI. "De todos modos, esos detalles todavía restan confirmarse", concluyó.

En esa misma línea se expresó Adrián Yarde Buller, estratega jefe de Facimex Valores, quien agregó que, le resulta "natural" que en un contexto de incertidumbre política, "típico en la antesala de unas elecciones, el mercado busque cobertura y eso reduzca la demanda de dinero, lo que presiona sobre el tipo de cambio".

En ese marco, "endurecer aún más la política monetaria difícilmente hubiera dado resultados cuando el problema central es político. De hecho, una intervención más temprana podría haber sido preferible, ya que habría permitido sostener tasas de interés en niveles más moderados", acotó.

El Gobierno quema las naves

El economista Federico Glustein comentó a El Cronista que la medida refleja que "el Gobierno quema naves para evitar una corrida previa a la gran contienda electoral del domingo". Bajo su visión, también implica "quemar los papeles del techo de la banda, que quedó chico", y muestra "cierta desesperación por evitar que la presión cambiaria derive en más inflación".

A su juicio, la estrategia apunta a ganar tiempo, aunque vaya en sentido contrario al relato oficial de que el mercado cambiario avanzaba hacia una mayor liberalización.

Glustein recordó que el Tesoro adquirió u$s 1700 millones, lo que abre la puerta a intervenciones puntuales, aunque persiste la incógnita de si serán masivas o aprovecharán los momentos de baja liquidez.

"La gran pregunta es cuánto durarán esos recursos y si el Tesoro comprará activamente divisas entre bandas. Existe el riesgo de que el mercado retenga los dólares a la espera de la intervención para luego vender en momentos de presión alcista y escasez, maximizando la ganancia", concluyó.