Donald Trump dijo que considerará permitir que Nvidia venda en China un chip de inteligencia artificial más avanzado, tras confirmar que había "negociado un pequeño acuerdo" para que Washington reciba una parte de los ingresos que el fabricante obtiene en ese país.
El inédito pacto alcanzado por Trump con el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang -revelado por el Financial Times el domingo- establece que Estados Unidos recibirá el 15% de las ventas en China de su procesador H20, lanzado en 2023 para cumplir con las restricciones impuestas durante la era Biden sobre chips de IA.
El rendimiento de los chips H20 vendidos en China está limitado en comparación con los que se comercializan en Estados Unidos.
El H20 se basa en la arquitectura Hopper de Nvidia, pero Trump dijo el lunes que planea negociar un nuevo acuerdo con Huang para permitir la venta en China de chips basados en su plataforma más reciente, Blackwell.
La aprobación podría desbloquear miles de millones de dólares en ventas para Nvidia, después de años en los que Huang ha presionado para acceder al mercado chino, a pesar de las preocupaciones de seguridad nacional en Washington.

El presidente indicó que los chips Blackwell serían "modificados de forma negativa" para su venta en China, comparando la operación con la manera en que EE.UU. vende versiones degradadas de sus cazas más avanzados.
"Es posible que haga un trato", dijo en una conferencia de prensa, calificando al H20 como "un chip viejo que China ya tiene".
"En cuanto a Blackwell, creo que él [Huang] viene a verme de nuevo por ese tema", añadió.
El acuerdo sin precedentes del gobierno de Trump con Nvidia y su competidora AMD, que implica pagar una parte de sus ingresos en China al gobierno estadounidense, generó impacto desde Washington hasta Beijing, mientras el presidente sigue rompiendo normas corporativas de larga data.
Fuentes cercanas señalaron que algunos funcionarios de seguridad nacional en la administración Trump estaban considerando renunciar debido a las señales que el presidente ha dado recientemente sobre permitir que China obtenga tecnología avanzada estadounidense.
Los comentarios de Trump sobre Blackwell sugieren que está abandonando los estrictos controles de exportación impuestos bajo Biden, que buscaban dificultar el acceso de China a chips avanzados que pueden usarse para fines que van desde el modelado de armas nucleares hasta el desarrollo de misiles hipersónicos.
Actualmente, no existe ninguna versión del chip Blackwell de Nvidia legalmente disponible en China bajo los controles de exportación de EE.UU. Nvidia declinó comentar sobre las declaraciones de Trump al respecto.
"Podríamos ver esto como el momento en que Estados Unidos decidió voluntariamente subsidiar su propio declive estratégico, entregando a Beijing los chips de IA que nos daban ventaja en la competencia tecnológica más importante de nuestro tiempo", advirtió Liza Tobin, experta en China de la Jamestown Foundation y exmiembro del Consejo de Seguridad Nacional durante el primer mandato de Trump.
Las declaraciones de Trump se producen mientras funcionarios de EE.UU. y China continúan negociaciones comerciales que el presidente espera culminen en una cumbre con su homólogo Xi Jinping.
Según informó el Financial Times el mes pasado, el Departamento de Comercio estadounidense recibió la orden de congelar nuevos controles de exportación a China para no poner en riesgo esa cumbre.
El acuerdo inusual de Trump con AMD y Nvidia sorprendió a analistas y generó indignación entre sus opositores políticos.
"Este arreglo es impactante", afirmó Michael Sobolik, investigador del Hudson Institute especializado en relaciones EE.UU.-China. "No solo por las implicaciones de seguridad nacional, sino porque algo así no había ocurrido antes. Los pagos no deberían ser una condición previa para el comercio exterior".
Los opositores políticos de Trump criticaron la medida por socavar la seguridad de EE.UU., y destacados demócratas la calificaron como un "uso peligroso indebido de los controles de exportación"
"Este acuerdo plantea preguntas críticas que la administración debe responder de inmediato, incluida la autoridad legal para imponer el reparto de ingresos como condición para licencias de exportación", señaló Raja Krishnamoorthi, principal demócrata del comité de China en la Cámara de Representantes.

Expertos legales advirtieron que el pacto probablemente termine en los tribunales.
Aaron Bartnick, exfuncionario de seguridad nacional y tecnología de la Casa Blanca, calificó el acuerdo de "descabellado" y cuestionó su legalidad, ya que la cláusula de exportaciones de la Constitución prohíbe gravámenes sobre bienes exportados.
"Esto es básicamente una comisión para el gobierno federal por permitir que Nvidia y AMD socaven la seguridad nacional de EE.UU.", dijo Bartnick, ahora en el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia.
Nvidia y AMD no respondieron si habían realizado análisis internos para determinar si el acuerdo presenta problemas legales.
Los chips H100 y la familia Hopper de Nvidia se convirtieron en el producto más codiciado de Silicon Valley tras el éxito de ChatGPT en 2022, siendo la opción predeterminada para grandes tecnológicas y startups en el entrenamiento de nuevos modelos de IA.
Los chips basados en su sucesor, Blackwell, comenzaron a enviarse a finales del año pasado, pero las autoridades estadounidenses los consideraron demasiado potentes para venderlos en China.
En abril, la administración Trump impuso nuevos requisitos de licencia que, en la práctica, pusieron fin a las ventas del H20 en China, hasta la semana pasada.
Mientras tanto, Nvidia comenzó a desarrollar otro chip personalizado para China, basado en el diseño Blackwell, que cumpla con las últimas restricciones mediante la eliminación de ciertas funciones, como la memoria de alto ancho de banda.
Huang, maniobrando entre Washington y Beijing, estrechó su relación con Trump, acompañándolo en mayo en una gira por los Estados del Golfo y recibiendo elogios por el compromiso de Nvidia de invertir 500.000 millones de dólares en manufactura en EE.UU. en los próximos cuatro años.
Al mismo tiempo, Huang ha buscado acercamientos con Bejing, que recientemente expresó inquietudes por posibles riesgos de seguridad con el H20. Nvidia negó las acusaciones de medios estatales chinos de que sus chips tienen una "puerta trasera" que permite acceso remoto o un "interruptor de apagado" para desactivarlos.



