- ¿Los ataques aéreos provocaron algún tipo de contaminación nuclear?
- ¿Podría producirse una contaminación radiactiva más grave si continúan los ataques?
- ¿Existen otros riesgos relacionados con Natanz u otras instalaciones?
- ¿La campaña de ataques aéreos podría generar otros problemas de seguridad?
- ¿Existen normas internacionales sobre ataques a instalaciones nucleares?
Los ataques aéreos de Israel contra el programa nuclear de Irán han generado temores de contaminación por radiación y químicos tóxicos.
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la entidad de control nuclear mundial, calificó los ataques a infraestructura iraní como "profundamente preocupantes".
La escalada militar "aumenta la posibilidad de una liberación radiológica con consecuencias graves para las personas y el medioambiente", afirmó Rafael Grossi el martes.
Los ataques a instalaciones nucleares implican riesgos de seguridad evidentes, pero según los científicos, los bombardeos israelíes habrían evitado los objetivos más peligrosos, como las centrales eléctricas.
Esto es lo que sabemos hasta ahora.

¿Los ataques aéreos provocaron algún tipo de contaminación nuclear?
El ataque a la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz causó radiactividad localizada, según confirmaron autoridades nucleares iraníes e internacionales, aunque no parece ser grave.
El OIEA, en dos informes de esta semana, indicó que los ataques de Israel dañaron tanto las salas subterráneas de enriquecimiento de Natanz como instalaciones en superficie, incluida una planta piloto de combustible. Grossi señaló que esto generó cierta contaminación.
Sin embargo, los niveles de radiación fuera del complejo de Natanz permanecieron sin cambios y dentro de los parámetros normales, lo que indica "ningún impacto radiológico externo sobre la población o el medioambiente", dijo Grossi el lunes.
La contaminación radiactiva dentro de la instalación se compone principalmente de partículas alfa, que, según Grossi, pueden "controlarse eficazmente" con equipos de protección adecuados, como dispositivos respiratorios.
La radiación alfa puede causar daños graves al tejido interno si se inhala o entra en el cuerpo por una herida, pero su alcance es tan limitado que, si permanece fuera del cuerpo, suele ser bloqueada por la piel humana.
Los niveles de radiación fuera del sitio de Isfahantambién permanecieron sin cambios tras un ataque ocurrido el viernes, dijo Grossi. Tampoco se reportaron daños en la planta de enriquecimiento de combustible de Fordow ni en el reactor de agua pesada en construcción en Khondab, agregó.
¿Podría producirse una contaminación radiactiva más grave si continúan los ataques?
El uranio es solo débilmente radiactivo. Su peligrosidad aumenta drásticamente cuando atraviesa una reacción de fisión, como en un reactor o una bomba nuclear, que libera gran cantidad de energía y sustancias radiactivas. Según el OIEA, ni la central nuclear de Bushehr ni el reactor de investigación de Teherán han sido atacados por Israel.
Fuera de los entornos de reactores o plantas de reprocesamiento de residuos, se necesitaría una gran cantidad de uranio enriquecido para causar problemas significativos de radiación, explican los expertos.
"La contaminación radiactiva realmente seria suele estar asociada a otros elementos, como el yodo radiactivo o el cesio radiactivo, que son productos de la fisión nuclear", explicó Jim Smith, profesor en la escuela de medioambiente y ciencias de la vida de la Universidad de Portsmouth, Reino Unido.
Estos productos de fisión son especialmente peligrosos porque se infiltran en la cadena alimentaria y se acumulan en los organismos animales y humanos.
Los productos de fisión fueron responsables de gran parte de las devastadoras consecuencias tras la explosión de 1986 en la planta nuclear de Chernóbil, en Ucrania, entonces bajo control soviético.

¿Existen otros riesgos relacionados con Natanz u otras instalaciones?
Otra razón por la cual sitios como Natanz y Fordow podrían implicar riesgos externos relativamente bajos es que sus núcleos están enterrados. Esto implica que para destruirlos se necesitaría un poder de fuego quizás incluso superior al de las armas más potentes de Israel.
Incluso las municiones muy poderosas tendrían que impactar repetidamente para "penetrar un búnker subterráneo reforzado" como Natanz, dijo Simon Bennett, director de la unidad de seguridad civil de la Universidad de Leicester.
"Es poco probable que haya una contaminación significativa más allá del sitio, simplemente porque la instalación de enriquecimiento o el reactor están enterrados bajo toneladas de tierra y concreto", dijo Bennett. "Además, quienes operan el sitio han sido entrenados en monitoreo y mitigación radiológica".
Un ataque a los depósitos de uranio altamente enriquecido que se cree que hay en Isfahan podría generar riesgo de contaminación ambiental, advirtieron expertos. Según el OIEA, los daños en Isfahan afectaron al laboratorio químico central, una planta de conversión de uranio, una planta de fabricación de combustible para reactores y una instalación de procesamiento de metales en construcción.
¿La campaña de ataques aéreos podría generar otros problemas de seguridad?
La contaminación química podría ser el problema principal causado por los ataques, tanto los ya ocurridos como los futuros, afirman los científicos.
"La preocupación principal es química, más que radiológica", dijo Kenneth Petersen, presidente 2023-2024 de la Sociedad Nuclear Estadounidense, una organización sin fines de lucro que representa a especialistas del área.
Uno de los peligros es la posible liberación de hexafluoruro de uranio, utilizado en el enriquecimiento de combustible y presente en instalaciones como Natanz y el sitio de almacenamiento de Isfahan.
El hexafluoruro de uranio presenta riesgos limitados si se maneja cuidadosamente a temperatura ambiente, pero al entrar en contacto con agua -incluida la presente en el aire- puede liberar fluoruro de hidrógeno, un gas tóxico potencialmente letal si se inhala, ya que forma ácido fluorhídrico altamente corrosivo al contacto con el agua en el cuerpo.
El lunes, el OIEA informó que es posible que se hayan dispersado hexafluoruro de uranio, fluoruro de uranilo y fluoruro de hidrógeno dentro de las instalaciones de Natanz.
En 1986, una explosión accidental en una planta de conversión de uranio en Oklahoma causó la muerte de un trabajador y liberó hexafluoruro de uranio, contaminando el suelo y el agua en varios kilómetros a la redonda.

¿Existen normas internacionales sobre ataques a instalaciones nucleares?
El OIEA ha condenado previamente los ataques armados o amenazas contra instalaciones nucleares dedicadas a fines pacíficos.
La conferencia general del organismo, compuesta por 180 Estados miembros -entre ellos Israel e Irán-, ha declarado que tales acciones violan sus propias normas, los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
Israel argumenta que Irán busca desarrollar un arma nuclear, algo que Teherán niega. El jueves, la junta del OIEA declaró que Irán ha incumplido sus obligaciones de no proliferación nuclear por primera vez en dos décadas.
En 2022, Rusia atacó y luego ocupó la planta nuclear de Zaporiyia en Ucrania, como parte de su invasión total al país.
El OIEA advirtió que este fue "el primer conflicto militar que ocurre en medio de las instalaciones de un programa nuclear desarrollado".



