La Reserva Federal de Estados Unidos terminará el año con dos reuniones de alto nivel mientras se prepara para mantener las tasas de interés y aplazar cualquier endurecimiento adicional en medio de señales contradictorias procedentes de la mayor economía del mundo.
Se espera que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) mantenga este miércoles su tasa de interés de referencia en su nivel más alto en 22 años, dando al banco central más tiempo para evaluar los progresos en la reducción de la inflación hasta su meta del 2%.
Esta decisión es la señal más clara de que los funcionarios creen que los riesgos a los que se enfrenta la economía estadounidense se han vuelto más complejos, y prepara unos meses tensos en los que tendrán que medir el impacto de una campaña de subas de tasas de interés que ya ha empezado a frenar la actividad.
Si en esta fase se hace demasiado poco para combatir las presiones sobre los precios, la alta inflación podría afianzarse. Si se hace demasiado, peligran los puestos de trabajo que tanto ha costado crear.
"Hace un año nos encontrábamos en una situación que, en una dimensión, estaba completamente clara. Era obvio que necesitaban mover la tasa de política al alza y que necesitaban hacerlo agresivamente", dijo David Wilcox, quien dirigió la división de investigación y estadísticas de la Fed hasta 2018. "Hoy estamos en una situación diferente en la que es una decisión mucho más ajustada si han hecho lo suficiente".
Incluso los funcionarios que se preocupaban por contener la inflación están cada vez más preocupados de que la política monetaria se vuelva demasiado restrictiva, algo que complicará las decisiones futuras y hará que la próxima reunión de fijación de tasas de la Fed que comienza el 31 de octubre sea clave.

Aunque los actores del mercado creen en general que la Fed mantendrá las tasas de interés en el actual nivel de 5,25% a 5,5% hasta bien entrado 2024, casi la mitad de los principales economistas académicos encuestados recientemente por el Financial Times esperan que la Fed aumente otro cuarto de punto, mientras que más del 40% predijo dos o más aumentos de esa magnitud.
Ante la posibilidad de que la Fed aumente los costos de endeudamiento -aun cuando respalde un ritmo más lento de ajuste en medio de señales de moderación del mercado laboral-, los economistas se plantean una pregunta difícil: ¿Qué impulsará al banco central a ajustar las tuercas monetarias de nuevo?
Uno de los factores es el consumidor estadounidense, cuyo gasto ha desafiado las expectativas de una desaceleración más pronunciada, una sorprendente resistencia que podría mantener los precios altos. El presidente de la Fed, Jay Powell, insistió en ello el mes pasado en el simposio del banco central en Jackson Hole, Wyoming.
"Creo que en algún momento volverán a subir las tasas, simplemente porque la inflación core sigue teniendo más fuerza de la que esperábamos a estas alturas del ciclo", dijo Kristin Forbes, exfuncionaria del Banco de Inglaterra que ahora enseña en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Otros economistas sostienen que hará falta una reaceleración del gasto de los consumidores, y no sólo una resistencia continuada, para empujar a la Fed a contener más la demanda.
A Forbes, como a la mayoría de los economistas encuestados recientemente por el FT, también le preocupa la rápida suba de los precios del petróleo y los combustibles.
Los banqueros centrales suelen pasar por alto estas oscilaciones de los precios de las materias primas, y algunos economistas sostienen que el encarecimiento del combustible disuadirá el gasto de los consumidores en otros ámbitos. Pero "después de un periodo de volatilidad y alta inflación como el actual, hay que ser más sensible a estas perturbaciones", afirma Forbes.
Otros factores que complican el proceso de toma de decisiones de la Fed y agravan las perspectivas de inflación son la huelga de los trabajadores del sector automotriz en el Midwest, la posibilidad de un cierre [shutdown] del Gobierno a fin de mes y la reanudación de los reembolsos de préstamos estudiantiles en octubre.
"Deberíamos esperar cierta irregularidad en la senda de la inflación, por lo que la clave está en cómo filtra la Fed los datos entrantes y cómo afecta a su previsión de inflación para 2024", dijo Brian Sack, exjefe del Grupo de Mercados de la Fed de Nueva York. "En este momento, no creo que hayamos visto nada que sugiera una revisión considerable de la misma".
El aumento de los rendimientos del Tesoro a corto y largo plazo, junto con un endurecimiento más amplio de las condiciones financieras, también ayudará en los esfuerzos de la Fed para combatir la inflación, añadió.
Incluso si el FOMC se inclina por no adoptar nuevas medidas políticas este año, los economistas creen que Powell se resistirá a descartarlas.
"Lo último que quiere en el mundo es crear una sensación de claridad o certeza de que han terminado", dijo Wilcox, que ahora trabaja en el Instituto Peterson de Economía Internacional y Bloomberg Economics.
El miércoles, la Fed también publicará un nuevo conjunto de proyecciones económicas, incluido el dot plot [diagrama de puntos] revisado que agrega las predicciones individuales de los funcionarios sobre el tipo de los fondos federales.
Se espera que también se revisen al alza las previsiones de crecimiento para finales de año, aunque se reduzcan las de inflación, sin contar los volátiles precios de los alimentos y la energía. Se espera que el dot plot muestre el apoyo de los funcionarios a una suba de tasas de un cuarto de punto más este año, y algunos economistas piensan que también podría mostrar menos recortes de tasas en 2024, ya que la Fed se compromete de nuevo a mantener las tasas de interés más altas durante más tiempo.
"Aunque las cosas van en la dirección correcta, tienen que estar en guardia ante cualquier cosa que pueda empezar a elevar las expectativas de inflación", dijo Peter Hooper, un veterano de la Fed que ahora trabaja en Deutsche Bank.
"Reconocen plenamente que para terminar el trabajo tienen que mantener el mensaje hasta que se acerquen algo más".



