

Las transferencias bancarias han enfrentado recientes cambios normativos en la Unión Europea. La política de control fiscal en España no es la unica afectada pero desde ahora sus los ciudadanos, que envíen dinero al extranjero desde sus cuentas en dólares, se enfrentan a nuevos requisitos.
Aunque las transferencias ordinarias y las inmediatas han incrementado sus precios en los últimos años, lo que más preocupa ahora a los clientes es el endurecimiento de los límites y las obligaciones de declaración.
Según la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), el coste medio de las transferencias inmediatas pasó de 3,65 euros en 2023 a 3,69 euros en 2024, mientras que las ordinarias han subido un 134% en los últimos dos años, situándose en 2,95 euros. Pero más allá de las comisiones, lo que genera alarma es el impacto de la fiscalidad en estas operaciones, especialmente en dólares.
El contexto está marcado por la necesidad de garantizar la transparencia en las operaciones y prevenir el blanqueo de capitales. Por ello, las autoridades españolas y europeas han establecido nuevos criterios que afectan directamente a particulares y empresas que realizan transferencias internacionales.

Límites y obligaciones en las transferencias internacionales
La Agencia Tributaria establece controles estrictos sobre las transferencias internacionales. El umbral más relevante es de 10.000 euros, ya que las operaciones que superen esa cantidad deben ser declaradas mediante el Modelo S1. Esto incluye tanto entradas como salidas de dinero del país.
Además, las entidades financieras están obligadas a notificar a Hacienda cualquier operación que supere los 3000 euros, así como aquellas que involucren billetes de 500 euros. Estas reglas aplican también a las cuentas en dólares, por lo que cualquier operación en esta divisa queda bajo el radar del fisco español.
El incumplimiento puede tener graves consecuencias. La propia Agencia Tributaria advierte que no justificar adecuadamente el origen y destino de los fondos puede considerarse una infracción. Las sanciones oscilan entre leves, graves y muy graves, con multas que pueden llegar hasta el 150% del importe no declarado.
¿Qué ocurre si no cumplien con las obligaciones fiscales?
La normativa no fija un límite absoluto para transferir dinero al extranjero, pero sí obliga a justificar cada operación que supere los umbrales. En muchos casos, los bancos solicitan documentación adicional, como la declaración de la renta o certificados de ingresos, para validar el origen del dinero.
La Agencia Tributaria recuerda que las inspecciones no se limitan a las transferencias en euros. Los movimientos en dólares también son vigilados, especialmente cuando superan cantidades elevadas.
En palabras de los expertos de Asufin, "esta tipología de transferencias, a diferencia de la estándar, es irreversible en el momento en que se emite, por lo que no recomienda usarla si no se conoce al destinatario".
De este modo, el usuario debe actuar con cautela no solo por el coste de las comisiones, sino también por las implicaciones fiscales y legales que conllevan las operaciones internacionales en divisas.
Cómo evitar sanciones al transferir dólares
Para prevenir problemas, los especialistas recomiendan una serie de pasos clave:
Declarar todas las operaciones que superen los 10.000 euros mediante el Modelo S1.
Justificar el origen de los fondos con documentos como nóminas, declaraciones de la renta o certificados de ingresos.
Revisar los límites bancarios: las entidades reportan operaciones de más de 3000 euros de forma automática.
Consultar con un asesor fiscal para evitar incumplimientos.
El portal financiero HelpMyCash recuerda que, aunque muchas cuentas online ofrecen transferencias gratuitas, estas suelen estar reservadas a nuevos clientes.





