

La seguridad económica en la jubilación es una preocupación creciente para muchos españoles. Aunque el sistema público garantiza el acceso universal, existen diferencias sustanciales en la cuantía media que reciben los pensionistas según su comunidad autónoma.
Según el informe de mayo de 2025 del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la pensión media de España se sitúa en 1311,04 euros mensuales, reflejando un incremento del 4,5% interanual en comparación a mayo de 2024.
Sin embargo, no todas las comunidades autónomas llegan a alcanzar esa media: algunas quedan por debajo, mientras otras superan ampliamente esa cifra.
País Vasco, líder indiscutible en pensiones
La comunidad que encabeza el ranking es el País Vasco, con una pensión media de 1615 euros al mes, lo que se traduce en casi 300 euros por encima de la media nacional. Ese diferencial es aún mayor en provincias como Álava (1639,76 euros), Bizkaia (1627,41 euros) y Gipuzkoa (1585,61 euros).

Este liderazgo puede atribuirse a varios factores: mayores bases de cotización, trabajos mejor remunerados y estructuras laborales más estables.
Además, la comunidad destaca por su tradición de ahorro complementario a través de planes privados y EPSV, con un volumen de ahorro en pensiones privadas que representa el 32% de su PIB, muy por encima del resto de España.
Desigualdad regional: de Asturias a Extremadura
Le siguen en el top la Comunidad de Madrid (1519,18 euros) y el Principado de Asturias (1521,58 euros), con pensiones que también superan la media nacional. En cuarto lugar, figura Navarra con 1500,72 euros, completando así un cuarteto que marca la pauta del bienestar económico en la jubilación.
En el extremo contrario, aparecen Extremadura, con una media de 1107,62 euros, y Galicia con 1126,10 euros, con una brecha de más de 500 euros respecto a País Vasco. Esto refleja las realidades económicas dispares, incluyendo menor densidad industrial y cotizaciones más reducidas.
Impacto del tipo de pensión y del régimen de cotización
La pensión media por jubilación sube aún más, con una cifra de 1505,5 euros, muy por encima del promedio general que incluye incapacidad, viudedad y orfandad.
Dentro de este grupo, las diferencias según el régimen también son claras: los empleados del Régimen General cobran una media de 1655,5 euros, mientras los autónomos reciben alrededor de 1008,8 euros.
Estos datos subrayan cómo las condiciones laborales influyen directamente en la cuantía final de la pensión, creando un sistema donde no todos parten del mismo punto.

Transformación del sistema ante el envejecimiento y la flexibilidad
El Gobierno está promoviendo la jubilación flexible, incentivando hasta un 20% más de pensión a quienes trabajen al 60-80% de jornada tras jubilarse. Esta medida busca frenar la fuga de profesionales recién jubilados, alargando su permanencia activa.
Además, se plantea endurecer los requisitos, incrementando el mínimo de jornada al 40%, y reforzar los incentivos, en lo que constituye una respuesta a la presión que supone la jubilación de la generación del "baby-boom".
En busca de un sistema de pensiones más equilibrado
El debate sobre la equidad territorial es más urgente que nunca. Las diferencias entre regiones exigen políticas que impulsen la revalorización de cotizaciones en zonas más débiles y mecanismos que reduzcan la brecha.
El ejemplo del País Vasco, con sus elevados niveles de pensión media, ahorro privado y fortaleza económica, puede servir de referente. Pero también lo son las propuestas de reforma para fomentar la jubilación activa y la sostenibilidad.




