

El Estado nacional puso en marcha la venta de viviendas construidas en el marco del extinto programa ProCreAr que nunca llegaron a entregarse.
La Secretaría de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Economía, habilitó la compra de estas casas y departamentos mediante subastas online abiertas al público general.
La medida forma parte del desmantelamiento del Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar, una iniciativa lanzada durante la presidencia de Cristina Kirchner en 2012 que buscaba facilitar el acceso a la vivienda propia con fondos estatales.
En noviembre del año pasado, el Gobierno firmó el decreto que disolvió el programa, y meses después reglamentó cómo se liquidarían sus activos.
Qué viviendas salen a subasta
La decisión de cerrar el ProCreAr se justificó argumentando que mantener el financiamiento público representaba un peso excesivo para las arcas del Estado. Los créditos que ya estaban en curso pasaron al Banco Hipotecario, que continuará administrándolos bajo las mismas condiciones originales para quienes ya habían accedido a un préstamo.
Lo que ahora sale a subasta son únicamente las propiedades terminadas que no tuvieron dueño. Se trata de viviendas de distintos tamaños ubicadas en complejos habitacionales de varias provincias, la mayoría con dos o tres dormitorios, equipadas con servicios básicos y rodeadas de espacios comunes.

Cómo funcionan las subastas digitales
Todo el proceso de venta se realiza a través de SUBAST.AR, una plataforma electrónica oficial creada para rematar bienes del Estado. La Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) organiza el calendario de ventas y publica toda la información sobre cada propiedad: fotos, planos, ubicación y características.
Cualquier persona o empresa puede participar, sin límite de edad ni restricciones por tipo de empleo. Los interesados deben:
- Registrarse en la plataforma
- Completar un formulario con sus datos personales y fiscales
- Depositar una garantía cuyo monto varía según cada subasta
Cada inmueble tiene un precio base establecido por el Tribunal de Tasaciones. Durante el horario fijado para la puja, los participantes van haciendo ofertas online con incrementos mínimos predeterminados. La propiedad se adjudica a quien ofrezca más dinero al cierre del plazo.
Qué pasa después de ganar la subasta
Quien resulte ganador debe cumplir con el pago y completar los trámites de escrituración en los plazos establecidos. Si no lo hace, pierde la garantía depositada al inscribirse. Aunque no es obligatorio tener un crédito hipotecario aprobado para participar, sí hay que demostrar capacidad económica para cerrar la operación.
Existen opciones de financiamiento bancario disponibles, pero las condiciones se negocian directamente con cada entidad una vez adjudicada la vivienda. Es importante considerar todos los costos adicionales: impuestos, escritura y gastos administrativos.

Qué pasará con las obras inconclusas
Además de las viviendas terminadas, hay construcciones que quedaron a medio camino. El Gobierno habilitó su transferencia a provincias, municipios o privados para que finalicen las obras por su cuenta. El objetivo es desprenderse de todos los activos vinculados al programa y saldar las deudas pendientes del ProCreAr.
Las subastas se organizan por tandas según la ubicación y cantidad de unidades disponibles. El cronograma completo se publica en los sitios oficiales, con información actualizada sobre cada convocatoria.
Los beneficiarios que ya recibieron su vivienda o tienen un crédito activo del ProCreAr no se ven afectados por estas ventas. Sus condiciones siguen siendo las mismas que cuando accedieron al programa.



