A partir de tareas de investigación que realizaron en conjunto la Dirección General Impositiva y la Dirección General de Aduanas, bajo la órbita de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), se identificó a un contribuyente que había realizado la importación de equipos específicos para realizar minería de ciptomonedas utilizando la empresa de la cual es socio, valiéndose de la Capacidad Económica Financiera (CEF) de la firma para realizar la importación de bienes de una actividad no declarada.

Los funcionarios se sorprendieron al descubrir la granja de minería de criptomonedas que se encontraba oculta dentro de una cámara equipada para refrigeración, en la cual supuestamente se almacenaba fruta, según había declarado su dueño.

En primera instancia, el contribuyente expresó ante los agentes fiscalizadores que había vendido los equipos y que no recordaba quiénes eran sus clientes, sin embargo, tras la insistencia de los inspectores concluyó en brindarle el acceso al sitio donde funcionan los mismos.

El alto consumo de electricidad detectado en el domicilio fue clave para desarmar la granja de minería cripto clandestina
El alto consumo de electricidad detectado en el domicilio fue clave para desarmar la granja de minería cripto clandestina

Una vez en el interior de las instalaciones, durante el procedimiento, se logró identificar la billetera virtual con la cual operaba el contribuyente para la comercialización de las criptomonedas.

Uno de lo puntos centrales de la investigación fue el domicilio en el cual se localizaron los equipos de minería que figura a nombre de la madre del responsable.

Este dato permitió determinar que el medidor registraba consumos relevantes de energía eléctrica, los cuales resultan concordantes con los generados por los procesadores y placas de video necesarios para el proceso de generación de criptomonedas.