El presidente Alberto Fernández participó de la presentación del libro "Evo: Operación Rescate", que relata la accidentada salida de Bolivia de su expresidente, Evo Morales, el 10 de noviembre de 2019, cuando se vio obligado a renunciar a su puesto y abandonar el país tras la fuerte ola de protestas ante la denuncia por fraude electoral.
Allí, Fernández remarcó su vínculo con Morales, con quien sostiene una fuerte relación luego de haber asilado al expresidente boliviano en la Argentina, a días de asumir como presidente de la Argentina.

La presentación del libro escrito por el español Alfredo Serrano Mancilla, director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), se dio en la Embajada de México en Buenos Aires con el expresidente ecuatoriano Rafael Correa como otro de los invitados resonantes.
En el acto, Alberto Fernández -también autor del prólogo del libro de Serrano Mancilla- disparó duramente contra la Corte Suprema de Justicia argentina y criticó la presunta inacción del entonces presidente Mauricio Macri al conocer la renuncia de Morales y su posterior huida de su patria.
En este marco, Fernández volvió a reflotar una conversación que asegura haber tenido en ese entonces con Macri, quien ejercía su último mes en el poder.
"Le dije que la vida de Evo estaba en peligro y que había que darle asilo. Me respondió: 'Vamos a tener a toda la izquierda enfrente de la casa de Evo, no me metas en este lío'. Esa fue la respuesta que encontré", recordó duramente el actual primer mandatario argentino.
Además, luego de que Morales le agradeciera a Fernández por haberle "salvado la vida" al recibirlo en la Argentina en su exilio de Bolivia, el presidente comparó la situación del 2019 con lo ocurrido tanto en Brasil como en la Argentina.
"Soy un hombre del Derecho, que respeta y cuida el estado de derecho. Pero antes soy un demócrata. Cada vez que veo que el estado de derecho se lastima, trato de alzar mi voz y ponerme del lado del lastimado", se enalteció Fernández.
Es por esta razón, según el primer mandatario, que en su momento visitó al expresidente brasileño Luiz Inácio"Lula" Da Silvacuando este se encontraba preso y que visitó al Papa Francisco a raíz de ello.
"Y el tiempo me dio la razón, el mismo juez que encarceló a Lula, sin argumentos suficientes, se convirtió en ministro del gobierno que lo apresó a Lula", criticó Fernández.
En esta línea, apuntó directamente contra la Justicia argentina: "Brasil tuvo la suerte, que hasta aquí no hemos tenido nosotros, de contar con una Corte Suprema digna, capaz de autorevisarse y de corregir los abusos y atropellos cometidos".
Además, señaló que lo padecido por Lula "no es muy distinto a lo que padeció Cristina (Fernández de Kirchner) y a lo que padece Rafael (Correa)".
En otro momento, Fernández distinguió la gestión del expresidente boliviano frente a su nación, destacando que este fue "el único país que cambió las estructuras económicas de cuajo".

"Esto no es un elogio a Evo, que lo es, trata de ser una descripción. Bolivia se animó a hacer lo que contó Evo, que muchos no se animaban, a nacionalizar los hidrocarburos", remarcó Fernández, quién luego agregó: "Y los nacionalizó con inteligencia porque no se los quedó para el Estado, nacionalizó y discutió con empresas privadas sobre cómo explotarlos de modo tal que el Estado no perdiera".
Así, luego de una moderada gira por Europa en la que Fernández se centró principalmente en la negociación por la reestructuración de la deuda argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una vez en casa el presidente se plantó cercano a la izquierda regional, reforzando su discurso ante el núcleo duro oficialista de cara a los comicios del próximo 14 de noviembre.
Dentro de los funcionarios presentes en la Embajada de México en la Argentina también se encontraban la ministra de Género, Elizabeth Gómez Alcorta; el ministro de Defensa, Jorge Taiana; el ministro de Cultura, Tristán Bauer; el canciller Santiago Cafiero; y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello.


