"Es impresionante la diferencia de una reunión presencial contra una virtual" reconoció uno de los asistentes al encuentro. Los principales dirigentes de Juntos por el Cambio celebraron una larga reunión ayer, en la que todos se fueron conformes por lo conversado.

"Por más que haya frases fuertes, se diluye en la presencialidad, es muy bueno", completó. Es que, en ocasiones anteriores, los encuentros virtuales de la coalición opositora habían dejado algunos heridos. Internas entre Patricia Bullrich y Gerardo Morales, filtraciones a la prensa, suba de tensión de posiciones encontradas, todo parece haberse calmado en un extenso encuentro presencial en Olivos, a solo 200 metros de la Quinta presidencial.

"Fueron cinco horas muy productivas. Se hizo un repaso de estos dos años, se fijaron reglas de juego y se habló de temas de coyuntura como el FMI y el Consejo de la Magistratura con bastante nivel de coincidencia", explicó otro de los asistentes, que también coincidió en que todos se fueron conformes con lo hablado.

También se hizo hincapié en la organización del encuentro -a cargo de Bullrich y Morales-, que fue concreta y no dejó demasiado tiempo "de recreación", aunque dicho en otros términos más informales.

"Desde que nació Cambiemos siempre se había enfocado mucho en lo electoral. Ahora tendremos un organigrama, reglas de funcionamiento. No solo para las elecciones, para el día a día", se entusiasmó uno de los radicales que asistió. En esa línea y entre sonrisas lanzó que "impregnamos de radicalismo a todo Juntos por el Cambio", por el mayor nivel de institucionalización que se busca dar a la coalición.

Incluso se llegó a cierto acuerdo en uno de los temas más álgidos, el acuerdo con el FMI. Cada uno podrá decir la parte que le conviene: algunos, halcones, resaltarán que "no vamos a convalidar ninguna suba de impuestos". Otros, más moderados, pondrán énfasis en la parte de "no vamos a conducir al país al default".

Nadie quiso imaginar el escenario en el que el Gobierno envíe un proyecto en el que sí se prevea una suba de impuestos. Allí no se podría cumplir con ambos postulados. Aunque, por el momento, en la oposición dicen que "la estrategia legislativa se definirá cuando veamos la letra chica". Creen que no hay necesidad, por ahora, de más definiciones.