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Las colmenas sólo tienen reina. No hay rey. La reina, única que toda la vida se alimenta con jalea real y pone huevos, mantiene la unidad porque segrega feromonas que dan identidad a la colmena. Ninguna abeja que no huela como las suyas puede entrar.
Cuando la reina muere, o cuando sienten que la reina no cumple su misión y está en peligro su supervivencia, son las mismas abejas obreras las que alimentan a nuevas larvas para que nazca una nueva jefa. La reina vuela alto para que sólo los zánganos más fuertes la alcancen y copulen. Después los zánganos mueren.
El jueves en el Senado varios legisladores de la oposición dirigieron sus discursos al Gobierno pidiendo un cambio de rumbo y de socios. Sugirieron que descarten al kirchnerismo al que atribuyeron los males pasados y presentes y los fracasos futuros.
El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, elogió las coincidencias expresadas por el misionero Maurice Closs y el porteño Martín Lousteau frente al voto en contra del acuerdo con el FMI del cristinismo, La Cámpora y los senadores por San Luis, Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo.
acuerdistas
El mapa entusiasmó a los que piden una nueva mayoría "racional" y acordar un puñado de políticas básicas entre el albertismo y la oposición. Se oye la idea en el entorno del Presidente de la Nación. También del otro lado de la grieta, aunque a algunos no les convenga porque actúan en oposición a los movimientos de Cristina Fernández y la necesitan como imagen en el espejo.
Alberto Fernández manda señales contradictorias: felicitó a los que acompañaron y defendió la unidad en un acto en Tucumán. Incluso volvió a darle retuit al diputado Eduardo Valdés que en un artículo sobre el Papa Francisco indicó que "la unidad es superior al conflicto".
El senador chubutense Ignacio Torres promovió entre sus pares la idea de buscar consensos. Dará una muestra con un proyecto de ley que presentará junto a su adversario el peronista Carlos Linares. Firmarán en coautoría una propuesta para la creación de un bono fiscal que compense el sobrecosto de las empresas que en la Patagonia pagan un plus por zona desfavorable.
La idea ya la anunció en su momento el ministro Matías Kulfas y la respaldó el gobernador Mariano Arcioni. Torres es el más joven de la cámara alta. La semana pasada ingresó al Congreso vestido con jean y remera y se lo confundieron con un técnico de la señal Senado TV. A pesar de su juventud resistió y no escuchó a los halcones que como Patricia Bullrich pidieron condicionar el voto a las definiciones del Gobierno sobre las retenciones.
Lousteau actuó en el mismo sentido que Torres. "¿Qué tenés para el quórum?", le preguntó a José Mayans, jefe del Frente de Todos. El formoseño dijo que el oficialismo votaba dividido pero se sentaban en las bancas. Hablaron a la vista de todos con cordialidad y Juntos por el Cambio cumplió lo pactado para mostrarse como el ala "responsable".
La postura en contra de 15 de los 35 senadores oficialistas, la decisión de Cristina Fernández de no estar a la hora de la votación ni firmar la sanción de la ley, alentaron la teoría de la ruptura en el Frente de Todos. Sin embargo cada senador K consultado por este diario, como antes los diputados, negó que piensen dejar el bloque del oficialismo o los cargos en el Ejecutivo Nacional.
"Quieren las cajas", se repitió a ambos lados de la grieta. Los disidentes insistieron en que todo debe seguir igual, como ocurrió después de la votación dividida de la ley del aborto. José Mayans (votó a favor) y Anabel Fernández Sagasti (votó en contra) sellaron la paz con un beso y un abrazo en el medio del recinto apenas terminada la sesión.
El kirchnerismo bajó una orden: guardar silencio. Sólo hablaron para justificar el voto y hasta hubo una senadora, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara, que dijo que si hubiera estado en riesgo la sanción ella hubiera votado a favor y no en contra como le marcaba su conciencia.
señal k
Oscar Parrilli, el mensajero de Cristina Fernández, en cambio hizo circular el discurso que no pronunció escrito en 68 páginas. Este sábado el hombre de CFK estuvo en la Ex ESMA, hoy Espacio de la Memoria, junto a la juventud del Instituto Patria.
Daba la bienvenida un afiche con la imagen de la Vicepresidenta mientras que algunos repartían un folleto con la leyenda "el que la fuga la paga" y un listado de los "saqueadores de la Patria" en el que figuran empresas como Pampa Energía de Marcelo Mindlin, Telecom, Monsanto, Fiat y Cristiano Ratazzi, Nicolás Caputo (el mejor amigo de Macri), Mercado Libre de Marcos Galperin, Tecpetrol de Paolo Rocca, Eduardo Escasany, Jorge Rendo y Carlos Moltini de Clarín y la familia Werthein, entre otros.
Muchos se entusiasmaron a ambos lados de la grieta alentando el divorcio entre Alberto Fernández y su Vice. Pero ni La Cámpora ni el kirchnerismo duro se van. Primero, porque sigue vigente lo que motivó la alianza gobernante, aquello de que "con Cristina sola no alcanza y no se puede sin Cristina".
Unidad Ciudadana fue un ensayo que terminó en derrota y dejó al kirchnerismo en minoría, como en la última sesión. Pero el kirchnerismo preside la mayoría de las comisiones, todas las que están vinculadas con el Poder Judicial.
otro trámite exprés
Dos de esas comisiones se reactivan el próximo martes, la de Justicia y la de Asuntos Constitucionales que presiden Oscar Parrilli y Guillermo Snopek. Los dos lideraron el voto negativo.
Pocos vieron el jueves a la nochecita cuando Juan Martín Mena, viceministro de Justicia, se retiraba del despacho de Cristina Fernández. Recién después de la medianoche, ya con la sanción de la ley, el bloque corrió la voz de que dará trámite urgente a la reforma del Consejo de la Magistratura. Se despertó un apuro que no hubo hasta la semana pasada ni durante las sesiones Extraordinarias, a pesar de la intimación de la Corte Suprema.
La colmena kirchnerista organizó además una muestra de poder. "Seamos miles" convocan por distintos medios con mensajes cargados de épica y con imágenes de Cristina Fernández. Después de dos años Máximo Kirchner volverá a liderar la marcha del 24 de marzo. La columna de La Cámpora, con fuerzas políticas aliadas, saldrá a las 9 de la mañana de la ex ESMA, donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención. Atravesarán la Ciudad desde Núñez hasta Plaza de Mayo.
A las 14 se reunirán con los organismos de derechos humanos convocantes. Cristina no irá, porque nunca participa, pero no será ajena al evento en el que se desplegarán las banderas que se guardaron el 1 de marzo cuando decidieron no acompañar a Alberto Fernández el día de la Asamblea Legislativa.



