El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció este martes la extensión de la baja de las retencionesal trigo y la cebada. El sector da por descontado que se extenderá la del resto de los cultivos, mientras los gobernadores reclaman su eliminación y los inversores de sectores vinculados al agro se suman al pedido por la previsibilidad.

El Gobierno mantendrá en 9,5% las retenciones a la cosecha fina hasta marzo de 2026. Estos productos implican exportaciones por u$s 4.000 millones, el 5% del total de las exportaciones argentinas.

"Cabe aclarar que esta medida no se aplicará a la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y todos sus subproductos cuyo derecho de exportación volverá a los valores de enero", agregó, en referencia a julio próximo, según estaba establecido en la norma original que había llevado la alícuota de soja del 33% al 26%, de sus derivados del 31% al 24,5%, y del maíz y sorgo del 12% al 9,5%.

Si bien el sector da por hecho que el recorte de las alícuotas se extenderá, sobre todo por la cercanía de la fecha de vencimiento con las elecciones, esperan que las liquidaciones se ralenticen en junio a la expectativa de que se oficialice la extensión.

Los gobernadores de Córdoba (Martín Llaryora) y Santa Fe (Maximiliano Pullaro) se hicieron eco del reclamo para que bajen el impuesto en el AmCham Summit 2025.

Llaryora pidió que el Gobierno "empiece haciendo patria bajando las retenciones" y apuntó que el año pasado fueron u$s 3.500 millones volcados al tributo, que deberían estar en manos de los productores.

Por su parte, el santafesino sostuvo que están en contra del regreso de la alícuota y pidió su eliminación. "Al campo y a la economía de nuestro interior le ha costado u$s 3.000 o 4.000 millones, todos los años vamos acumulando u$s 40.000 millones. Imagínense si eso se hubiese quedado en el interior, el crecimiento que hubiésemos tenido".

Además, agregó que las provincias le "aportan al Estado nacional mucho más de lo que vuelve".

Una paradoja que enfrenta el recorte del tributo es que su fin (30 de junio) es cerca de las elecciones nacionales, y en especial de las de la provincia de Buenos Aires. La eliminación de la baja temporal y la vuelta a las alícuotas superiores al 30%, esperan dirigentes locales, tendrá un impacto electoral. El mismo, especulan, caerá 100% sobre el oficialismo nacional porque los estados provinciales no participan de ese tributo.

"Con este tipo de cambio sería suicida", destacó un empresario.

Las actividades industriales vinculadas al agro también se hacen eco del planteo. Desde el sector de maquinaria agrícola ven difícil un aumento de las inversiones si no está claro qué pasará con las retenciones. En especial, porque a raíz del nuevo esquema cambiario, la pérdida de competitividad del sector y un aumento de las retenciones puede impactar en la demanda de maquinaria.

En materia de insumos químicos, la duda está más orientada hacia las importaciones. Aunque confían en el rumbo económico del Gobierno, la caída de ventas del año pasado que empezó a repuntar en 2025, sin la claridad sobre el tributo puede dificultar las operaciones de los productores.

Si bien la reacción de las entidades agrícolas fue positiva sobre la rebaja aplicada a la cosecha fina, insistieron en que se extienda al resto de los granos.

"Es el camino correcto. Consideramos que sería deseable que hagan lo mismo con los granos de la cosecha gruesa -soja y maíz- que tienen alto impacto en la producción y exportación en la Argentina", marcaron los exportadores nucleados en CIARA-CEC.

Diego Cifarelli, de la Federación de la Industria Molinera, pidió que se extienda el recorte a los demás cultivos y que a la brevedad desaparezcan para siempre, mientras que José Martins, del Consejo Agroindustrial Argentino, destacó que el anuncio va a colaborar en un mayor plan de siembra, pero que ojalá que el equipo económico recapacite sobre la necesidad de hacer lo propio con los granos gruesos, para estimular al sector e invertir aún más en producción.