El Gobierno no pudo frenar la avalancha de leyes que aprobó el Congreso en el último mes, pero apuesta a poder ratificar al menos algunos vetos en la Cámara de Diputados, tal como lo hizo el año pasado gracias a los "87 héroes". Esta vez, en año electoral y con el desgaste a flor de piel, creen que el tercio más uno de los votos requeridos lo podrán conseguir con menos diputados.

El desglose de los consensos en la Cámara baja consiste en apostar a que haya un buen número de ausencias, especialmente en lo que refiere a las reformas previsionales. Pese a que reconocen que muchos temen sobre el "costo político" que implicará sostener esos vetos, siguen firmes en que todo lo que salió de la sesión del jueves en el Senado -a la cual acusan de "inválida"- será rechazado por el Ejecutivo.

En la sesión de Diputados que aprobó, en primera instancia, los proyectos para aumentar las jubilaciones hubo 67 votos en contra, 29 ausentes y 18 abstenciones. Si estas últimas se convierten en ausencias, el número total en la Cámara correspondería a 210 presentes y el tercio se conseguiría con solo 70 diputados, un número sustancialmente menor a los 87 que se requirieron en 2024.

¿Quiénes lo conforman? Muchas de esas ausencias y abstenciones corrieron por parte de diputados del PRO y la UCR. En la votación los libertarios recibieron el puñal de otros bloques afines que el año pasado sí formaron parte los "héroes" del asado en la Quinta de Olivos, como las sanjuaninas de Producción y Trabajo que responden al mandatario Marcelo Orrego, los tucumanos de Osvaldo Jaldo del bloque Independencia; las salteñas de Innovación Federal, Pamela Caletti y Yolanda Vega, que responden a Gustavo Sáenz; y los tres del MID, Oscar Zago, Cecilia Ibáñez y Eduardo Falcone. Pero en el oficialismo no creen que los necesitan a todos.

Las fuentes de La Libertad Avanza consultadas por El Cronista estiman que habrá 30 de los 35 que conforman el bloque PRO que ratificarán el veto. La bancada es comandada por Cristian Ritondo, quien acaba de sellar la alianza en la provincia de Buenos Aires con la presidente de La Libertad Avanza, Karina Milei, y no solamente es su aliado firme en Diputados sino que además había llamado "extorsionadores" a los gobernadoresel día del anuncio en el Hotel Libertador.

La salud del bloque de Ritondo no está pasando por su mejor momento por las diferencias entre los larretistas, los macristas y los bullrichistas. El ruido interno lo lidera además Silvia Lospennato, quien desde que se enfrentó a Manuel Adorni en la Ciudad de Buenos Aires actúa como opositora en el Gobierno. Ella y María Eugenia Vidal, según deslizan en los pasillos del Congreso, están en una guerra con Ritondo por el armado en la provincia y Mauricio Macri habría dado luz verde para que empiece a rebelarse la tropa que, hasta ahora, se mantuvo unida por el equilibrio de Ritondo.

A esto se suma que Álvaro González y Héctor Baldassi, quienes responden a Horacio Rodríguez Larreta, siempre se suelen separar de la decisión conjunta del bloque. El primero se abstuvo en junio, mientras que Baldassi fue el único que votó a favor.

Con 30 amarillos sólidos, sumado a los 40 que suman los libertarios y la tucumana del monobloque CREO, Paula Omodeo, ya tienen esos 70. La cuenta no termina ahí, puesto que también consideran que los radicales "con peluca" que conforman Liga del Interior estarán adentro. Se trata de los diputados que revolucionaron el bloque de la UCR el año pasado al darse vuelta para blindarle los vetos a Milei, también con la reforma jubilatoria.

La áspera relación con algunos de ellos con Karina Milei por los acuerdos electorales dejó la marca en Diputados cuando Mariano Campero (Tucumán) y Martín Arjol (Misiones) se ausentaron a la votación por jubilaciones en vez de sumarse a votar en contra como lo hicieron Luis Picat, Pablo Cervi y Francisco Monti.

En ese bloque también suma el correntino Federico Tournier. Sin embargo, la línea del conjunto va a ser apoyar el veto de Milei y ya lo empezaron a agitar en X junto con críticas a los gobernadores por los proyectos de coparticipación.

Para el caso del proyecto para restituir la moratoria previsional por otros dos años, la posibilidad de ratificar el veto es mucho más holgada, puesto que se aprobó al ras en Diputados con 111 votos afirmativos, 100 en contra y 15 abstenciones.

La declaración de emergencia en discapacidad hasta el 2026 sí asoma con más dificultades por la sensibilidad del tema en cuestión, pero fue aprobada por 148 afirmativos, 71 negativos y 1 abstención, con la particularidad de que primaron las ausencias: 34. Muchos de los que presionaron el botón verde fueron también aliados de la Rosada, inclusive la UCR de Rodrigo De Loredo. Con esos 220 presentes del momento, el Gobierno quedó solamente a cuatro votos de bloquear los dos tercios.

Además, en la Casa Rosada todavía tienen la carta del pedido de los fondos de coparticipación para negociar con los gobernadores. Ellos están especialmente interesados en aprobar los dos proyectos que redistribuyen la masa de coparticipación: de hecho, en la previa de la sesión del Senado hubo un intento de los mandatarios de lo que era Juntos por el Cambio de retirarle el apoyo a los proyectos previsionales para priorizar las iniciativas de los ATN y el Impuesto a los Combustibles.

El senador radical Eduardo Vischi, de diálogo fluido con el Gobierno, intentó instalar una moción para que el orden de la sesión sea en ese sentido pero triunfó, en cambio, la del senador de UP José Mayans para tratar primero jubilaciones. Finalmente, no hubo ningún gobernador que haya votado en contra, pese a que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, les había advertido que el planteo de los fondos de coparticipación no iba en línea con aprobar los proyectos de jubilaciones y discapacidad, que contradictoriamente les alteraba el equilibrio fiscal.

Los únicos gestos que se evidenciaron muy por lo bajo en la Cámara alta fueron los de Ignacio Torres (Chubut) y Leandro Zdero (Chaco), con abstenciones, y los de Alfredo Cornejo (Mendoza) y Hugo Passalaqcua (Misiones) con ausencias. Los primeros dos especialmente muerden en bloques opositores como Democracia Para Siempre y Encuentro Federal.

José Rolandi, Eduardo "Lule" Menem y Guillermo Francos, las figuras negociadoras del Gobierno
José Rolandi, Eduardo "Lule" Menem y Guillermo Francos, las figuras negociadoras del Gobierno

El presidente Javier Milei tiene 10 días hábiles desde que el Congreso le remite los proyectos sancionados al Ejecutivo para vetarlos. En el medio hay un receso parlamentario de dos semanas en julio que seguramente retrase la sesión, aunque no tiene efectos en los plazos, y por ende serán tratados recién desde agosto en adelante.

Esto le da tiempo al Gobierno para negociar y, de hecho, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya planea reunirse nuevamente con los mandatarios provinciales para reconstruir el diálogo que rompió Milei con sus duras declaraciones de la semana pasada.

El cierre de listas en agosto también presionará definiciones: en el Gobierno ya se jactan de que las maniobras opositoras por caso les son útiles para la campaña: "Es lo mejor que pudo haber pasado. La casta política NO VA A CAMBIAR nunca. Lo que necesita el país es que cada vez más gente se dé cuenta. Votaciones como la de ayer, son pruebas contundentes que confirman esto", defendió el ministro de Economía, Luis Caputo, en X.