

El precandidato a presidente Javier Milei propone dolarizar la economía para terminar con la inflación. Si el libertario resultara electo jefe de Estado, el Congreso rechazaría de plano la propuesta. La negativa del Frente de Todos y de la mayoría de Juntos por el Cambio trabaría la audaz apuesta.
Ante ese escenario adverso, el economista dice tener un Plan B: llamar a una consulta popular para poner en marcha su programa. Pero obvia un detalle: las consultas populares también necesitan de la venia del Poder Legislativo.
Ante este panorama, su programa económico quedaría reducido a su ya famoso "plan motosierra". Es decir, un recorte del gasto público que,paradójicamente, también debería ser avalado -en buena medida- por el Congreso.
Milei es el único precandidato a presidente que muestra sus cartas. Mientras el resto de los dirigentes que apuestan a desembarcar en Casa Rosada apenas dan pistas sobre cuáles serían las medidas que implementarían para revertir la crisis económica, el libertario ya tiene listo su programa económico. "El único que le puede poner fin a la inflación soy yo", asegura el diputado. ¿De qué manera? Dolarizando la economía.
Para llevar adelante ese plan, el libertario, siempre y cuando sea electo presidente, debería contar con el aval del Congreso. El diputado de Juntos por el Cambio Alejandro Cacace, autor del único proyecto que busca dolarizar la economía presentado hasta el momento, explica los motivos.
"Es una facultad del Congreso hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras", dice el puntano radical, en alusión al artículo 75, inciso 11, de la Constitución Nacional. Y agrega: "Podrías bajo la Carta Orgánica del Banco Central congelar la emisión del peso, pero no adoptar el dólar como moneda oficial".
Ahora bien, las encuestas más favorables a Milei arrojan que, cuanto mucho, el libertario podría tener un bloque de (más menos) 20 diputados. Es decir, 109 bancas debajo del quórum reglamentario que se necesita para poner en marcha una sesión.
En el Senado, el panorama es más desalentador para el anarcocapitalista. En el hipotético caso que su lista de senadores saliera primera en los ocho distritos en los que se eligen representantes de la Cámara (dato que no arroja ni la encuesta más benévola), apenas sumaría 16 de los 72 integrantes que integran ese cuerpo. Es decir, quedaría muy lejos de influir en la agenda del Senado.
¿Se puede dolarizar la economía sin pasar por el Congreso?
Milei es consciente de que si llega a ser presidente, no le será fácil sancionar leyes. Aun así, se las ingenió para salir airoso ante las preguntas de los periodistas en este sentido. Sobre todo cuando le plantean cómo haría para sancionar la dolarización a sabiendas de que el Frente de Todos (con Cristina Kirchner a la cabeza) y Juntos por el Cambio (salvo Cacace) no comulgan con la propuesta. Tampoco la izquierda ni el resto de los "bloques del medio" que integran ambas cámaras.
"Yo primero voy a mandar el proyecto. ¿El Congreso me lo puede rechazar?Sí, entonces, pido un referéndum, es decir, uno vinculante. Si no me lo aprueban, voy por la consulta popular", explicó Milei en el programa A dos voces esta semana, cuando le consultaron cómo se las ingeniaría para avanzar con el asunto.
En primer lugar, Milei confunde "referéndum vinculante" y "consulta popular". En la Argentina existen, de acuerdo a la Ley 25.432, dos tipos de consultas populares. La vinculante y la no vinculante.
Al margen de esa confusión, existe otro detalle: ambas consultas deben pasar necesariamente por el Congreso. Así lo establece, no solo la ley sancionada en mayo del 2001, sino también, la Constitución Nacional.
El artículo 40 de la Constitución Nacional reza: "El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley". La Carta Magna establece que el voto afirmativo del proyecto lo convertirá en ley y su promulgación será automática.
Ese mismo artículo añade una segunda opción. La consulta popular no vinculante. Y señala: "El Congreso o el presidente de la Nación, dentro de sus respectivas competencias, podrán convocar a consulta popular no vinculante. En este caso el voto no será obligatorio".
¿Qué dice la ley de consulta popular?
La ley que reglamenta la consulta popular discrimina entre aquella que es vinculante y la no vinculante. Para el primer caso, se establece que "la ley de convocatoria a consulta popular vinculante deberá tratarse en una sesión especial y ser aprobada con el voto de la mayoría absoluta de miembros presentes en cada una de las Cámaras".
Ergo, si Milei quiere llamar a una consulta popular vinculante para dolarizar la economía, antes deberá contar con el visto bueno del Congreso. Difícil que un Congreso que le rechace su proyecto de dolarización de la economía le dé luz verde a una consulta popular vinculante por ese mismo tema.
¿Y si se inclina por una consulta popular no vinculante? También debería contar con el aval del Congreso. Es cierto que, a diferencia de la vinculante, esta variante puede ser impulsada por el Congreso o bien, por el Poder Ejecutivo. Es decir, mediante un decreto refrendado por todo su gabinete, Milei podría convocar a una consulta popular no vinculante para que los votantes se expresen en torno a la dolarización de la economía.
El asunto es que, en este caso, esa votación también desembocaría en el Congreso. Es que una vez celebrada la consulta, si el resultado fuera favorable para Milei, el tema quedaría "automáticamente incorporado al plan de labor parlamentaria de la Cámara de Diputados de la sesión siguiente a la fecha de proclamación del resultado del comicio por la autoridad electoral".
En concreto, si en una consulta popular no vinculante la propuesta de Milei de dolarizar la economía se impusiera, el Poder Legislativo debería debatirla en una sesión, y, en ella, podría rechazarla.
Plan C: La motosierra
"Si no sale nada de eso, ¿saben qué voy a hacer?", le dijo Milei a los conductores de A dos voces al plantear la posibilidad de que sus intenciones de dolarizar la economía queden truncas. Y respondió: "El plan motosierra".
¿En qué consiste su ya famoso "plan motosierra"? En bajar el gasto público, los impuestos y desregular la economía para avanzar con una reforma del mercado laboral y luego abrir la economía.
El asunto es que, una vez más, cualquier reforma impositiva o laboral que quiera llevar adelante, Milei debería contar con el aval del Congreso.



