Este miércoles termino el congelamiento del tipo de cambio oficial, y el Gobierno inicio la estrategia de "crawling peg" en acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo que llevó la cotización de la moneda estadounidense a $368,5 para la venta minorista, con el objetivo comenzar a acortar la brecha cambiaria y evitar una devaluación brusca.
Pero para los economistas, la nueva estrategia del ministro de Economía y candidato a presidente del oficialismo, Sergio Massa, de realizar devaluaciones al ritmo del 3% mensual, es considerada como una medida transitoria, que podría retroalimentar la inflación en el corto plazo y que debería complementarse la política fiscal.
"Volver al crawling peg genera presiones subyacentes sobre los precios domésticos. Y no soluciona los problemas de fondo que tiene la Argentina, que es un tipo de cambio oficial, atrasado, barato e inconsistente con la necesidad de acumular reservas en forma sostenida" afirmo el jefe de investigaciones de Ecolatina, Santiago Manoukian.
Aunque destacó que la medida actuará como "combustible adicional" en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los próximos meses, que ya se esperaba arriba de los dos dígitos a causa del desdoblamiento generalizado de octubre, que implicó mayores costos de proveedores y traslado a precios domésticos.

¿Atraso cambiario?
Así, para Manoukian la nueva política monetaria del Titular de Hacienda, al ser un porcentaje menor a la inflación, no es sostenible debido a que abarata aún más al dólar, que desde la última devaluación de agosto se apreció un 30%. Además de profundizar el exceso de demanda de divisas en la economía.
Sin embargo, destacó que se trataría de una medida de corta duración. hasta que esté preparado y se comunique el programa de estabilización. Ese plan "debería implicar un cambio en la política cambiaria, la reducción del déficit fiscal y garantía de la independencia del Banco Central (BCRA)".
La postura es compartida por el director de C&T Asesores Económico, Camilo Tiscornia. "Con esta estrategia no van a bajar la inflación, ni tampoco recuperar competitividad. La clave, más allá de mover el tipo de cambio, va a estar en que otro tipo de política distinta implementen".
En cuanto a la suba que tendrá el IPC, Tiscornia advierte que si en octubre, con un tipo de cambio congelado, el indicador se ubicó en corto al 8,3%, con los desplazamientos programados en se acelerara el aumento de precios domésticos.

Con una postura más optimista, el director de Analytica Argentina, Claudio Caprarulo destacó que, si bien la medida podría acelerar la inflación por el rápido traslado a precios, era necesario que el Gobierno se descongele la cotización oficial para luego iniciar una tendencia a la baja.
Al igual que, Manoukian, indicó que la medida podría ser transitoria hasta que se definía en el balotaje quién será el próximo presidente. "Otro salto cambiario como el del día después de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) podría ser dañino si no está dentro de la lógica de un plan integral. Salir en una primera etapa con un esquema de micro devaluaciones es la decisión correcta", argumento.



