Con el Decreto 333/2025 como hoja de ruta, el gobierno de Javier Milei busca cerrar la brecha de precios de la tecnología con la región; a partir del 15 de enero de 2026, los teléfonos celulares alcanzarán el arancel 0% y se anticipan profundos cambios en el mercado.

La medida que comenzó a ejecutarse en mayo, con una reducción de 8% sobre el 16%, está reconfigurando el mercado tecnológico no sólo por el impacto en los precios al consumidor si, además, por la mayor participación de marcas.

Con el objetivo de equiparar los valores locales con los internacionales y facilitar el acceso a herramientas para uso laboral o personal, el Gobierno implementó un cronograma de baja de aranceles en dos etapas.

De mayo a enero 2026, el arancel de importación bajó del 16% al 8% y, finalmente desde el 15 de enero de 2026 la alícuota bajará a 0%. A la par, buscando desincentivar el mercado informal y ampliar la oferta oficial, las consolas de videojuegos redujeron su arancel del 35% al 20%.

Como parte de las iniciativas que buscan generar mayor competencia en el mercado interno y bajar los precios minoristas los impuestos internos a productos importados como TVs, aires, monitores bajan del 19% al 9,5% sobre importados, agregó Gabriel Salomón, gerente de Jidoka y explico que “en conjunto, esto representa una reducción sustancial de la carga tributaria para productos tecnológicos importados”.

¿Fin del “Turismo de Compras”?

Históricamente, los argentinos encontraban en los países vecinos precios hasta un 50% o 60% menores. Con el nuevo esquema, se espera que la brecha se reduzca drásticamente con los países vecinos, aunque Chile, por su mayor tradición y dinámica importadora seguirá alcanzando precios más competitivos, explicaron desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).

Del otro lado de la cordillera, el país sigue siendo el competidor más fuerte debido a sus tratados de libre comercio y estructura tributaria simple. Sin embargo, la diferencia ya no justificaría para muchos el costo de un viaje exclusivamente por tecnología.

En la comparación con Brasil, Argentina proyecta quedar en valores muy similares o incluso más competitivos en ciertos modelos de gama media y alta.

El objetivo, destacan los importadores, es que los bienes tecnológicos queden a valores “razonables”, reduciendo el incentivo al contrabando, que en 2025 llegó a representar casi el 30% del mercado de celulares.

Hasta ahora, la baja de aranceles de mayo no se trasladó de forma lineal al consumidor, sin embargo, se amplió la cantidad de participantes en el mercado y se achicó la diferencia con países vecinos.

Para dimensionar, actualmente el iPhone 17 Pro Max que en Argentina se consigue- a través de distribuidores – a un valor equivalente a u$s 2409; en Chile ronda los u$s1549; en México a u$s 1600 y en Brasil u$s 2074.

En el caso de Samsung Galaxy S25 Ultra, en las tiendas locales se obtiene por entre u$s 1350 y 1480; en Brasil entre u$s 1300 y 1400 y en Chile entre u$s 1250 y 1350.

Pr ahora, la mayor cantidad de marcas llegan desde China con Xiaomi a la cabeza. “Por u$s 60 -fob- se consigue un Xiaomi Redmi de alta gama”, comparó un importador.

Más financiamiento y el “cisne negro”

A pesar de la baja de aranceles, el mercado enfrenta desafíos globales y las crisis del consumo local. La alta demanda de memorias RAM y chips por el auge de la Inteligencia Artificial a nivel mundial podría presionar los precios al alza, compensando parcialmente la baja de impuestos local.

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Fuente: NA
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No obstante, los importadores y empresarios locales ven en 2026 un año de crecimiento por dos factores clave. Por un lado, apuntan al retorno del crédito como un impulsor de ventas. “El consumidor hoy valora más la financiación que el descuento por pago contado. Las herramientas financieras serán el gran motor del consumo”, señalan desde CIRA.

Al mismo tiempo, valoran la estabilidad y previsibilidad. Al ser un año sin elecciones, se espera un clima de mayor certidumbre para que el proceso de desarrollo de nuevos proveedores en el exterior y reducción de la intermediación, que inició en 2024 para bajar costos se vea en el precio final.

“Argentina pasa de ser un mercado protegido y caro a uno de competencia abierta”, indicaron los importadores y destacaron que el acceso a tecnología de punta como un beneficio tanto para el usuario particular como para la industria local. “El desafío de demostrar su competitividad en un escenario de igualdad arancelaria”.

El nuevo escenario, con demoras en la nacionalización de cargas, anticipa una “avalancha” de importaciones en 2026, según Salomón.

Respecto al traslado al precio final de los nuevos beneficios, precisó que la eliminación del arancel y la reducción de impuestos internos podrían traducirse en una baja de entre 30 y 40% en celulares y otros dispositivos.

Dese Interborders, aseguran que más jugadores llegan a la Argentina. “Está creciendo mucho la importación en cantidad de participantes en el mercado”, señaló Lucas Bianchi, director de la firma. “Antes estaba muy aglomerado en unas 10-15 empresas, muchas de la isla de Tierra del Fuego y ahora está mucho más repartido”, agregó.

En ese sentido, según CIRA, la Argentina importó u$s 81.523 millones en 2022; u$s 73.714 millones en 2023. En 2024 la cifra bajó por la recesión de la economía y el consumo del “sobrestocks” pero en 2025 se estima que el monto total se acerque al de 2022. Desde la entidad coinciden en el panorama: mientras se suman nuevas empresas a importar, algunas tradicionales reducen volumen.