

La reforma pensional en Colombia fue aprobada por el Congreso en 2024, pero su implementación quedó suspendida después de que la Corte Constitucional identificara un vicio de procedimiento en el trámite legislativo.
Debido a esta decisión, la entrada en vigencia prevista para el 1° de julio de 2025 quedó congelada hasta que el Congreso realice una nueva votación y se cumplan los requisitos establecidos por el tribunal.
Estos cambios no están operativos y aún no modifican la manera en que los colombianos cotizan o acceden a una pensión. De igual forma, el traslado automático de afiliados hacia Colpensiones, contemplado en el proyecto original, también permanece detenido.
Por ahora, el país continúa bajo el esquema vigente antes de la reforma, en el que los trabajadores pueden cotizar en el fondo público o en los fondos privados.

Cómo funcionarían los cuatro pilares del nuevo sistema pensional
La reforma propone un esquema basado en cuatro pilares: solidario, semicontributivo, contributivo y voluntario.
- El pilar solidario está dirigido a personas que no alcanzan las semanas necesarias para pensionarse y contempla una renta básica.
- El pilar semicontributivo beneficiaría a quienes cotizaron de manera intermitente y permitiría acceder a un ingreso complementario.
- El pilar contributivo reuniría los aportes obligatorios de la mayoría de los trabajadores activos, mientras que el voluntario ofrecería un mecanismo adicional de ahorro para mejorar la mesada futura.
El proyecto también establece un régimen de transición para quienes estaban próximos a jubilarse. De entrar en vigencia, los hombres con 900 semanas cotizadas y las mujeres con 750 semanas a julio de 2025 permanecerían en el régimen en el que estaban afiliados antes del cambio.
Quiénes deberían pasar al fondo público si la reforma entra en vigencia
Uno de los puntos clave de la propuesta es la redistribución de aportes. El texto establece que, una vez promulgada, quienes coticen hasta 2,3 salarios mínimos deberán aportar obligatoriamente al fondo público administrado por Colpensiones.
La reforma también plantea ajustes en los requisitos para pensionarse. Los hombres mantendrían la edad de jubilación en 62 años y seguirían necesitando 1.300 semanas. Para las mujeres habría una reducción progresiva desde 2025: la meta es llegar a 1.000 semanas en 2036, con un recorte de 25 semanas por año.
El modelo incorpora además un esquema de ahorro voluntario para fortalecer las pensiones de quienes acumulan pocas semanas.

Pensiones especiales por alto riesgo: quiénes podrían acceder
La reforma mantiene las pensiones especiales para trabajadores en actividades de alto riesgo como minería subterránea, exposición a sustancias cancerígenas, radiaciones ionizantes, altas temperaturas, bomberos, controladores aéreos y funcionarios de vigilancia penitenciaria.
Según Colpensiones, la propuesta permitiría acceder a la pensión de vejez con condiciones diferenciadas: edad mínima de 55 años y 700 semanas en actividades de riesgo. Por cada 60 semanas adicionales, la edad podría reducirse un año, sin bajar de 50 años.
Pensiones especiales por alto riesgo: cuáles serían los requisitos
El trámite podría solicitarse en sedes físicas o a través del portal de Colpensiones, siempre que el trabajador presentara certificaciones laborales que acrediten exposición a actividades peligrosas. La propuesta también aclara que la falta de aportes especiales por parte del empleador no afectaría el derecho del trabajador si se comprueba que la labor era de alto riesgo.
El Ministerio del Trabajo estudia mantener el régimen especial para trabajadores con menos de 1.000 semanas, con base en estudios que muestran mayor riesgo de enfermedad y mortalidad en estas actividades.





