A once meses del anuncio de su primera compra en el exterior, cuando pagó u$s 479 millones por el banco Patagonia, el Banco do Brasil (BB) asumió el comando de la institución con un plan de negocios que prevé la apertura de 60 sucursales hasta 2014 y su entrada en el selecto grupo de los tres bancos privados más grandes de Argentina a final de ese período.

El ranking de entidades financieras, elaborado mensualmente por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), coloca al Patagonia en el undécimo lugar en activos y en patrimonio líquido. El liderazgo lo ejerce con fuerza el Banco Nación, de control estatal. Entre los privados, nacionales o extranjeros, siete instituciones están por delante del Patagonia actualmente -Santander Rio, Macro, Galicia, BBVA Francés, HSBC, Credicoop y Citibank-.

Para subir tantos escalones, el BB armó un ambicioso plan, que demoró casi un año para comenzar a ejecutarse. Tuvo que esperar que los bancos centrales de ambos países aprobasen la operación, además del aval de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), que salió este mes. En 28 de abril, la asamblea de accionistas del Patagonia deberá aprobar el nombramiento de dos brasileños, los ejecutivos Joao Carlos de Nóbrega Pecego y Claudemir Alledo, como vicepresidentes. Serán los principales responsables por la implementación del plan.

La presidencia del banco continuará en las manos de Jorge Stuart Milne, el antiguo controlador del Patagonia, que mantuvo la participación accionaria y llegó a un acuerdo con el BB para seguir en el cargo por otros tres años. Los brasileños creen que su permanencia es fundamental en este momento para amparar el plan de crecimiento, principalmente por sus buenos contactos con políticos y empresarios.

La prioridad para la apertura de nuevas agencias, que expandirán en casi 40% la red actual, la tendrán el centro y el norte de Argentina. Se consideran objetivos provincias como Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Corrientes. Hoy el banco Patagonia tiene 144 sucursales y cerca de dos decenas de centros de atención, con estructuras simplificadas de apoyo al cliente, a las que podrá sumarse el logotipo del banco brasileño.

Vamos a hacer alguna referencia al Banco do Brasil, no necesariamente en verde y amarillo, pero todavía no está definido, dijo a Valor el vicepresidente de negocios internacionales y minorista del BB, Allan Simoes Toledo.

En los próximos días, el BB lanzará oficialmente una oferta pública para comprar acciones de los minoritarios. En abril de 2010, había adquirido 51% del capital social del Patagonia. Accionistas como la familia Stuart Milne (que tiene papeles del banco), Anses y la provincia de Rio Negro no adherirán a la oferta, que durará 25 días útiles. El banco ofrecerá u$s 1,314 por cada acción y calcula que desembolsaría cerca de u$s 230 millones para elevar su participación en la entidad a 75% del total.

En tanto, se estima que la adhesión de los minoritarios será baja. De 5,36 pesos, precio de la acción por la actual cotización del dólar en Argentina, analistas locales consideran que ese valor podrá alcanzar hasta 7 pesos en diciembre. Nuestro sentimiento es que habrá poca adhesión. Los minoritarios saben que hay excelentes perspectivas de rentabilidad en adelante, dijo Toledo.

Hasta final de 2011, el ejecutivo quiere que las más de 400 compañías brasileñas presentes en Argentina estén trabajando de alguna forma con el Patagonia. Cerca de 250 ya son clientes del BB en el país. Esas empresas acostumbran a trabajar con cuatro, cinco o seis bancos diferentes, afirmó. Uno de los focos para crecer será la creación de productos financieros específicos para quién actúa como proveedor de empresas brasileñas en Argentina. Se están estudiantes varias modalidades nuevas de crédito corporativo.

El banco Patagonia hoy es fuerte especialmente en tres áreas: persona física, cuentas salarios y crédito para micro y pequeñas empresas. El BB quiere reforzar los negocios mayoristas, pero sin abandonar los minoristas. Por eso, buscará atraer cuentas salarios de grandes multinacionales -brasileñas o extranjeras- que usan a Brasil como base de operación para el Mercosur.

La cuenta salario es la puerta de entrada del cliente para otros productos, dijo Toledo. Con la inflación consolidada en dos dígitos, el uso de tarjetas de crédito aumentó en ritmo superior a 50% al año, y el Patagonia quiere aprovechar eso. La entidad tiene 790.000 clientes activos, pero el BB evalúa que todavía no exploró bien la reciente explosión de crédito para el consumo.