

Los mercados de contratos futuros facilitan el descubrimiento de un precio de equilibrio. Son barómetros, con actualización constante, de la situación de oferta y demanda de un producto. Democratizan la información al ofrecer datos transparentes que pueden ser empleados por todos.
Los precios de los futuros son un referente no sólo para las operaciones a término, sino también para aquellas con entrega inmediata, porque permiten establecer un parámetro comparativo entre los valores presentes y aquellos esperados en función de las expectativas.
En los mercados de futuros pueden acordarse transacciones con un horizonte de tiempo lejano, de manera tal de asegurar, con anticipación, los precios de venta o de compra de un bien a partir de una estructura de costos y márgenes proyectada. Son, por lo tanto, una herramienta que contribuye a generar previsibilidad a la economía.
En el ámbito específico del Mercado a Términos de Buenos Aires (Matba), por ejemplo, los integrantes de la cadena agrícola pueden negociar precios de venta de granos que todavía no han sido sembrados.
Los mercados de futuros, al estar construidos en base a expectativas futuras, ayudan con las señales de los precios a orientar recursos hacia uno u otro sector en función de la relación de oferta/demanda esperada. De esta manera, contribuyen a equilibrar desajustes de mercado.
Los precios de los contratos futuros son valores anticipados que guían la decisión sobre la colocación y distribución óptima de recursos. Así es posible restringir la posibilidad de error en la asignación de recursos escasos.
En muchas naciones se emplean y promueven los mercados de futuros con el propósito de blindar, contra un riesgo excesivo, las variables básicas de actores o variables fundamentales de la economía. La manera más eficiente de protegerse contra la volatilidad de precios de bienes básicos (commodities) es a través del uso adecuado de los mercados de futuros.
Por lo tanto, no es casual que las autoridades chinas tengan entre sus prioridades de política económica el desarrollo de un sólido sector local de contratos futuros de materias primas.
Argentina cuenta con el mercado de derivados agrícolas más antiguo y de mayor volumen de Latinoamérica: el MATba. Este año, con la firma de un convenio con el CME Group (mercado de Chicago), comenzarán a listarse contratos de soja, trigo y maíz que liquidan contra el ajuste de dicho mercado, abriendo posibilidades de cobertura, arbitrajes y nuevos negocios. Se trata de contratos espejo de los que operan en el CME.
Al eliminar el aspecto especulativo en las operaciones, transfiriéndolo a aquellos que desean recibirlo, los contratos de futuros promueven una mayor especialización en la división del trabajo. Aunque algunos nunca usen tales contratos, todos se benefician gracias a la distribución más eficiente de los recursos.









