Celulares y cáncer: el riesgo de un anuncio

Días atrás la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que la evidencia actual en materia de celulares y cáncer es limitada; sin embargo, en la cobertura periodística se exageró el vínculo. En cuestiones como esta, es fundamental reducir el riesgo de realizar anuncios alarmistas.
Técnicamente, lo que observó el estudio de la OMS es alguna asociación estadística entre celulares y gliomas, que podría deberse a relación causa-efecto, azar o a errores de las investigaciones. En segundo lugar, la evidencia hallada fue técnicamente inadecuada para definir la cuestión en uno u otro sentido. Tercero, el comité de expertos dijo no poder decir cuánto aumentaría la probabilidad de cáncer de cerebro con el uso de celulares. Por último, la evidencia bastaría para ubicar los dispositivos en el grupo 2B, junto al talco corporal, los implantes quirúrgicos o el café. El comunicado es impecable, propio de una institución del prestigio de la OMS. Sin embargo, es de difícil comprensión para quien no tiene conocimientos de bioestadística, y no ayuda que uno de los expertos, con pocos fundamentos, haya recomendado pragmáticamente usar manos libres y mensajes de texto.
Algunos estudios muestran una tenue asociación estadística entre uso de celular y ciertos tumores cerebrales. Estos niveles de asociación son médicamente relativos. Dos circunstancias pueden asociarse por pura casualidad u otros factores. Por ejemplo, la mayoría de los fallecidos en accidentes aéreos pertenecen a niveles sociales medios y altos, pero eso no es por una relación causal entre ingresos y accidentes, sino por el precio de los pasajes. Por otro lado, dos circunstancias pueden estar estadísticamente asociadas a causa del azar. Errores de este tipo son frecuentes; de hecho, en investigación clínica se suele aceptar un 5% de posibilidades de azar en el hallazgo.
No podemos afirmar que éste sea el caso, pero frente a evidencias limitadas e inadecuadas, no pueden descartarse errores de este tipo. Además, decir que los celulares aumentan 40% el riesgo de glioma luego de 10 años de uso equivale a pasar de 2 a 3 casos nuevos cada 100.000 habitantes por año. Es importante cuantificar el riesgo. Pero, más importante, la incidencia de cáncer de cerebro en adultos en el primer mundo ha venido disminuyendo a pesar del aumento exponencial de celulares. La única conclusión válida que podemos sacar hoy es que hay que seguir investigando.
El inconveniente en todo este enredo parte de la distinción entre lo posible y lo probable. Que algo sea posible, en medicina significa que algún mecanismo fisiológico podría explicarlo. Pero su probabilidad depende de la frecuencia con que efectivamente se observe en la población. Y esto es una cosa muy distinta. El informe de la OMS no fue claro en cuanto a esta distinción, y la confusión posterior ejemplificó uno de los errores más frecuentes en comunicación médica. Los galenos hablamos en difícil, y está mal; pero a veces, es casi imposible que alguien no entrenado en este oficio comprenda qué es lo que verdaderamente quisimos decir cuando hablamos. Entonces es mejor no decirlo, porque los intentos de traducción pueden transformar el asunto en un escándalo. Al comunicar estudios como estos hay que tener cuidado de no caer en el riesgo de los anuncios alarmistas.
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