En un acto en defensa de la empresa estatal petrolera, el ex presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, señaló que no se debe juzgar a Petrobras por los errores de un grupito de personas.

Lula llamó a los brasileros a defender a Petrobras y la democracia de ese país ante los intentos de una élite de acabar con las conquistas sociales alcanzadas en los últimos años.

"Quiero la paz y la democracia en Brasil, pero si quieren guerra, sé luchar también", dijo dejando en claro su respaldo a la mandataria.

Da Silva criticó a los sectores de oposición y medios privados de comunicación por hacer acusaciones sin pruebas y querer condenar sin juicios. Acusó a la prensa de emplear la teoría de repetir muchas veces una mentira para convertirla en verdad.

Lula afirmó que Petrobras "no puede ser perjudicada" como empresa por las irregularidades cometidas "por media docena o por 50 personas", a la vez que defendió que se aplique el"castigo necesario" a los corruptos.

Petrobras, la mayor empresa del país, está en el centro de una investigación policial sobre una vasta red de corrupción que, según se sospecha, operaba desde la década de 1990 y desvió una suma aún no precisada, pero calculada en miles de millones de dólares. Debido a las investigaciones de corrupción, la petrolera se ha visto obligada a anunciar drásticas reducciones en sus inversiones previstas para los próximos años.

Ayer, en su discurso, Lula acusó a la oposición de usar el caso para "criminalizar" al Gobierno y "a la política" en un intento de recuperar el poder, que está en manos del Partido de los Trabajadores (PT) desde 2003.

"Defender Petrobras es defender a Brasil, a los trabajadores, a la democracia y defender la continuidad del proceso de revolución social", concluyó.