

Grecia no tiene dificultades inmediatas con la liquidez del gobierno pero sí enfrenta problemas para cumplir con los pagos de la deuda al Fondo Monetario Internacional y al Banco Central Europeo en la primavera y el verano boreales, dijo el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis.
"No tendremos problemas de liquidez para el sector público. Pero definitivamente tendremos un problema para pagar los desembolsos al FMI ahora y al BCE en julio", dijo a Alpha Radio.
Un portavoz del Ministerio de Finanzas dijo el martes que Grecia esperaba comenzar las discusiones inmediatamente con sus socios de la Unión Europea (UE) y el FMI para cubrir la brecha de financiamiento del Estado.
Después de unos pagos de intereses este mes por unos 2.000 millones de euros a tenedores de bonos y prestamistas oficiales, Grecia debe pagar un préstamo del FMI por alrededor de 1.600 millones que vence en marzo.
Luego necesita unos 800 millones de euros para pagos de intereses en abril y unos 7.500 millones en julio y agosto para bonos que vencen y que están en poder del BCE y para más pagos de intereses.
En la misma línea de acción que tomó con Grecia, la Comisión Europea decidió darle dos años más a Francia, hasta 2017 para cumplir su objetivo de reducir su déficit a menor del 3%
También prefirió no actuar contra Italia y Bélgica por su alto nivel de deuda pública y sus desequilibrios.
"Francia es el caso más complicado que hemos discutido hoy. Está claro que tiene que acelerar sus esfuerzos tanto en el plano de reformas estructurales como en el fiscal", dijo el vicepresidente de la CE para el Euro, Valdis Dombrovskis.
En principio, Francia se había comprometido a reconducir en 2015 el desvío de sus cuentas públicas por debajo del 3 % recogido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) de la Unión Europea, aunque París ya había pedido a Bruselas más tiempo debido a la debilidad de la recuperación económica del país. Esta segunda prórroga que recibe el país, después de los otros dos años que ya se le otorgaron en 2013, va acompañada de una serie de recomendaciones de Bruselas al Elíseo que incluyen la exigencia de que el país refuerce las reformas estructurales y los ajustes fiscales.










