La existencia de cuentas millonarias en el exterior, como en Suiza, fue uno de los factores que llevaron al Ministerio Público Federal (MPF) de Brasil a firmar un acuerdo de delación premiada con el gerente ejecutivo de la gerencia de Servicios de Petrobras, Pedro Barusco, que se comprometió a devolver a los cofres de la estatal petrolera más de u$s 100 millones.

Los recursos se habrían desviado a través de un esquema de corrupción que funcionaba en las gerencias de la estatal, según la operación Lava-Jato y los testimonios de al menos seis involucrados.

Los investigadores obtienen, con la colaboración de Barusco, relatos minuciosos del funcionamiento de la supuesta organización criminal que controlaría contratos y pagos de coimas en la estatal.

Barusco afirmó que el ex director de la empresa Renato Duque, ahora detenido, recibió cerca de R$ 12 millones “en el exterior” a través de transferencias que habrían salido de una cuenta en el Credit Suisse. El dinero provendría de la obra de la Refinería Presidente Getulio Vargas (Repar), en Paraná, según el testimonio que derivará en la delación premiada de Barusco. Conduce la obra de Repar el Consorico Interpar, controlado por el Grupo Mendes Junior.

Los fiscales están convencidos de la vinculación de Duque y Barusco con los crímenes de cártel y corrupción.

La delación de Barusco fue resultado del “efecto dominó” provocado por las informaciones prestadas por otros delatores, evaluó uno de los investigadores. Los testimonios de los ejecutivos de Toyo Setal, Julio Camargo y Augusto Ribeiro de Mendonca Neto “no dejaron otra alternativa a Barusco, que no sea la de colaborar irrestrictamente”, señaló esa fuente.